- La industria de la belleza, que mueve 450 mil millones de dólares a nivel mundial es una de las favoritas en el mercado de bienes de consumo.
Por Revista Summa
En el estudio sobre el Estado del consumidor 2025: Cuando la disrupción se vuelve permanente realizado por McKinsey & Company, se evidencia que, cinco años después del inicio de la pandemia de COVID-19, los hábitos de los consumidores durante la época de la crisis aún persisten.
A principios de la década, los consumidores adoptaron una serie de nuevos comportamientos con gran rapidez, como respuesta a la pandemia. El teletrabajo, la conectividad digital y las actividades en solitario se convirtieron en la norma durante el confinamiento.
Para comprender cómo han cambiado los consumidores, la Encuesta de Sentimiento ConsumerWise de McKinsey indagó a más de 25.000 consumidores en 18 mercados que, en conjunto, representan alrededor del 75% del PIB mundial.
La gente pasa más tiempo sola y conectada: Los comportamientos que los consumidores adoptaron para afrontar el confinamiento, en particular la dependencia de la conectividad digital y las actividades en casa, ahora forman parte integral de su vida diaria. A escala mundial, los consumidores siguen invirtiendo su tiempo y dinero de forma diferente a como lo hacían hace cinco años. Buscan más la gratificación y la comodidad inmediatas y se centran más que antes en sí mismos. Los consumidores también utilizan con frecuencia el comercio electrónico y los servicios de entrega de comida a domicilio. Más del 90 % de los consumidores chinos y estadounidenses encuestados afirman haber comprado en un comercio exclusivamente online.
Los canales digitales ganan usuarios, pero no su confianza: Los consumidores dicen que las redes sociales son su fuente menos confiable al momento de tomar decisiones de compra; pero es donde interactúan con familiares y amigos, quienes sirven como su fuente confiable. Aunque la confianza en las instituciones y los medios de comunicación es baja, las redes sociales y los canales digitales, siempre activos, influyen inconscientemente en las decisiones de compra de los consumidores y en la percepción de las marcas. El uso de las redes sociales ya no está reservado para las generaciones más jóvenes: el 33% de la generación X encuestada en Europa y Estados Unidos afirma que está en TikTok, mientras que el 35% de los baby boomers en esas regiones indica que utiliza más Instagram.
La generación Z crece y gasta: Comprender a los consumidores de la Generación Z y su comportamiento de gasto representa una de las mayores oportunidades para las marcas de consumo y los minoristas. Se proyecta que la Generación Z (nacidos entre 1996 y 2010) constituirá no solo la generación más numerosa, sino también la más rica de la historia. El consumidor promedio de la Generación Z de 25 años, en Estados Unidos, tiene un ingreso familiar de $40,000, un 50% más alto que el promedio de la generación del baby boomer a la misma edad. El gasto de la Generación Z, que crece el doble de rápido que el de las generaciones anteriores a la misma edad, va camino de eclipsar el gasto de la generación del baby boom a nivel mundial para 2029. Para 2035, la Generación Z aportará $8.9 billones adicionales a la economía mundial.
Los consumidores se inclinan por lo local antes que por lo global: En los últimos cinco años, se ha visto cómo las marcas de consumo disruptivas se imponen a las marcas globales y multinacionales. Esta tendencia ha evolucionado en 2025: a medida que se concretan nuevos acuerdos comerciales globales y la disrupción continúa, los consumidores están demostrando la importancia de comprar localmente en sus propios mercados. A nivel mundial, el 47% de los consumidores identifican a las empresas locales como importantes para su decisión de compra. En Canadá y Estados Unidos, en particular, la preferencia por las marcas locales ha aumentado significativamente en comparación con el primer trimestre de 2025.
Los consumidores resuelven la ecuación del valor de nuevas maneras: El aumento de los precios sigue siendo la principal causa de preocupación entre los consumidores en los 18 mercados de la encuesta. Ese tema supera con creces las siguientes causas principales de preocupación, como el cambio climático, los conflictos internacionales, el desempleo o la inseguridad laboral. Como resultado, los consumidores están optando por productos a la baja, o buscando diferentes categorías. A nivel mundial, el 79% de los consumidores encuestados están optando por productos más económicos, pero no necesariamente comprando menos artículos ni buscando descuentos en tiendas con precios más bajos (aunque estas acciones siguen siendo comunes). En cambio, más de la mitad de los consumidores encuestados en todos los mercados afirman buscar ofertas en cada compra, y alrededor del 49% de los consumidores estadounidenses encuestados planean retrasar sus compras en los próximos tres meses.
Industria de la belleza
La industria de la belleza, que mueve 450 mil millones de dólares a nivel mundial y es una de las favoritas en el mercado de bienes de consumo, ha estado al alza. Durante años, un apetito aparentemente insaciable por novedades en belleza impulsó un volumen sólido y un crecimiento de precios aún mayor, con el sector creciendo un 7% anual entre 2022 y 2024.
De cara al futuro, se prevé que el mercado global de la belleza crecerá un 5% anual hasta 2030. En la Encuesta de Ejecutivos de Belleza de este año, el 75% de los ejecutivos afirma que están redoblando sus esfuerzos en el crecimiento de las ventas y prevén que este crecimiento se deba menos al precio En este sentido, también anticipan que el escrutinio del consumidor sobre el valor percibido será el tema más importante que definirá la industria de la belleza, y el 54% identifica la incertidumbre en el apetito del consumidor o la restricción del gasto como el mayor riesgo para el crecimiento futuro de este sector.