La respuesta a los efectos económicos y de salud en curso de la pandemia será un enfoque inmediato para la nueva administración.
Por Fitch Ratings
Las próximas elecciones estadounidenses tendrán implicaciones significativas para el panorama político, dice Fitch Ratings. Dos de los posibles resultados son los más relevantes para el crédito. Un resultado de «status quo» en el que el presidente Trump gane la reelección con un Senado de mayoría republicana probablemente señalaría la continuación de las medidas desreguladoras y populistas.
Por el contrario, una victoria para el retador demócrata Joe Biden con demócratas controlando el Senado probablemente significaría medidas fiscales más expansivas para combatir los efectos de la pandemia y regulaciones más estrictas sobre segmentos clave de la economía. Fitch asume que los demócratas retienen el control de la Cámara en ambos resultados.
La respuesta a los efectos económicos y de salud en curso de la pandemia será un enfoque inmediato para la nueva administración, aunque las estrategias contrastarán en dónde y cómo dirigir la ayuda. Las diferencias significativas entre las orientaciones políticas de los dos partidos principales significan que el impacto en las calificaciones variará según el resultado, en algunos casos agravando los desafíos existentes de la pandemia.
Las áreas de política clave en las que esta división es más importante incluyen el estímulo fiscal y la reforma de los derechos, los impuestos, el entorno regulatorio, la política exterior y el comercio, la atención médica y la infraestructura.
Por ejemplo, una victoria del presidente Trump probablemente significaría un estímulo más pequeño que contiene recursos limitados para los gobiernos estatales y locales, con reemplazo de ingresos específico y asistencia para pequeñas empresas.
Una victoria de Biden probablemente significaría un mayor estímulo seguido de medidas adicionales para reforzar el acceso a la atención médica y otros programas de apoyo social. La escala y amplitud del estímulo adicional afectará a sectores como las finanzas públicas, la atención médica, los bienes raíces, los préstamos estudiantiles y las instituciones financieras de EE. UU.