El traspaso a Texas, donde la compañía tiene su sede física, comportará beneficios personales.
Por EFE
Elon Musk quiere que los accionistas de Tesla voten «de forma inmediata» su propuesta para transferir el registro de la compañía a Texas después de que un juez de Delaware, donde actualmente está inscrito el fabricante de automóviles, anulara el acuerdo por el que el empresario recibió más de 55.000 millones de dólares.
Tras la sentencia del martes de la jueza de Delaware Kathaleen McCormick, que anuló el acuerdo por el que Musk recibió decenas de millones de acciones de Tesla a precio de saldo al considerar que el proceso no había sido justo, el consejero delegado de la compañía preguntó a sus seguidores de X, antiguamente Twitter, si debía transferir el registro a Texas.
Un 87,1 % de los votantes, 1,1 millones de usuarios según las cifras de X, aprobaron la propuesta, a lo que el empresario respondió: «El voto público es rotundamente favorable a Texas. Tesla inmediatamente convocará una votación de sus accionistas para transferir el registro a Texas».
El traspaso a Texas, donde la compañía tiene su sede física, comportará beneficios personales para Musk, que en la actualidad controla un 13 % de las acciones con derecho de voto de la compañía pero que ha expresado su intención de obtener a corto plazo hasta el 25 %.
Aunque Delaware ha sido tradicionalmente la jurisdicción preferida por las grandes empresas para inscribirse en Estados Unidos (más del 60 % de las compañías de Fortune 500 están registradas allí), el estado ha perdido parte de sus ventajas fiscales y legales en los últimos años a favor de lugares como Texas.
Delaware tiene un sistema judicial separado, el llamado «Court of Chancery», al que pertenece McCormick, que se encarga específicamente de juzgar temas corporativos.
Pero ese sistema, que no existe en Texas, también supone un mayor escrutinio a las acciones de los ejecutivos de las compañías.
Si Musk transfiere finalmente Tesla a Texas, la compañía podrá, por ejemplo, pagar a su consejero delegado con más libertad y generosidad que es precisamente lo que McCormick ha rechazado con su sentencia.