La mayor esperanza se centra en la inversión social y los millonarios fondos que inyectará el gobierno para ejecutar proyectos orientados al encadenamiento de los sectores productivos.
POR Jenny Lozano y Loida Martínez
El Salvador, como la mayor parte del mundo, vive un momento económico difícil. La pandemia por COVID-19 ocasionó un escenario que no se veía desde la década de 1980, cuando el país estaba inmerso en una cruenta guerra civil y reportaba tasas de crecimiento en negativo, que rondaban el -9%. El 2020 se despidió con un PIB de -7%, según datos del Banco Mundial. La diferencia es que las autoridades ven con optimismo el 2021, esperan que los efectos de esta crisis sean transitorios y que la recuperación no demore demasiado.
“La meta de este año es crecer un 4%. Estamos trabajando para derribar obstáculos, levantar la producción y lograr empleo. Finalizamos el 2020 con más de 58.000 puestos laborales restaurados y continuaremos creando las condiciones para que nuestras empresas se recuperen, crezcan y se reconviertan, así como para que cada año haya más emprendimientos con alto potencial de éxito”, asegura María Luisa Hayem, ministra de Economía.
Por su parte, Alejandro Zelaya, titular de Hacienda, afirma que la economía nacional está respondiendo “muy bien” a la reapertura, apoyada en una planificación financiera que “permitirá cumplir todos los compromisos de deuda externa y deuda interna, cancelar salarios y pagar a proveedores”. Además, el gobierno inyectará fondos para dinamizar el proceso, a través de la ejecución de una serie de proyectos en diversos sectores que de- mandarán servicios e insumos, mientras que las remesas (con un crecimiento interanual del 3,5%) serán un elemento clave para la reactivación de sectores como comercio y servicios.
La visión del sector privado
Analistas económicos miran el futuro con más cautela y hasta con preocupación. Ricardo Castaneda, investigador del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), acepta que este año el país va a tener niveles positivos de crecimiento, pero en un escenario de mucha incertidumbre. Eso vinculado, principal- mente, al cómo avance el control de la enfermedad, la crisis económica mundial, el comportamiento de las remesas y el resultado de las elecciones parlamentarias nacionales.
Adicionalmente, señala que el déficit fiscal va a seguir alto (alrededor del 10% del PIB), al igual que la deuda pública, que podría superar el 95% del PIB (ya se acerca al 90%). Eso significa que la situación fiscal va a seguir siendo “grave” y “se mantendría así a falta de un plan y medidas concretas para revertir dicha tendencia”.
La liquidez se presenta como el principal problema de este 2021, es decir, poder tener los recursos para no caer en impago ante el sustancial incremento del servicio de la deuda. “Actualmente, las finanzas públicas están en cuidados intensivos y, si no se le da el trata- miento adecuado, el panorama es poco alentador. En 2020 ya vimos retrasos en el pago del FODES (fondos para las alcaldías), en los pagos a proveedores y en los pagos de salarios. Este año, eso puede ser todavía más visible y esa presión fiscal puede generar ingobernabilidad democrática, un riesgo sumamente serio”, añade el economista.
Entretanto, este 28 de febrero se realizarán de las elecciones legislativas para designar a los 84 diputados de la Asamblea Nacional y a los miembros de los Consejos Municipales de los 262 municipios del país. Son las dé- cimas de su tipo desde la firma de los Acuerdos de Paz de 1992 y la expectativa general es que se logre establecer una hoja de ruta que brinde certidumbre de que el Estado tomará las medidas necesarias para mejorar la situación financiera y fiscal nacional, permita la coordinación de esfuerzos y relaciones menos tirantes.
El sector empresarial, más allá de los nubarrones, alberga esperanzas. La Cámara de Comercio e Industria de El Salvador espera que este año el Gobierno ejecute un presupuesto balanceado que incluya una estimación conservadora sobre los ingresos y permita reducir la dinámica de endeudamiento. A su vez, solicitan reducir la burocracia e incrementar la agilidad en los ser- vicios estatales para fortalecer a las empresas, especialmente a las pymes.
Empuje empresarial
Durante la pandemia y tras la reapertura económica, la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador ha estado monitoreando la situación de sus agremia- dos, en su mayoría micro, pequeñas y medianas empresas. Cuatro sondeos revelan que los sectores más afectados fueron comercio y servicios, especialmente las actividades enfocadas en el turismo y el ocio.
En el confinamiento, 90% estuvieron parcial o totalmente cerradas y la recuperación de las ventas va muy lenta. Sin embargo, el 73% de las organizaciones espera que mejoren en este 2021 e incluso un 40% asegura que harán inversiones en nuevos productos y servicios para sus clientes, así como en la implementación de soluciones tecnológicas.
Principales inversiones del 2021
1 Energía. En enero se llevó a cabo la recepción de ofertas económicas para la licitación pública internacional que contratará 323 MW de potencia y su generación asociada. Además, con una inversión de US$88 millones, se espera que este año entre en actividad el Parque Eólico Ventus, en el occidental de Metapan, proyecto con un 88% de avance. El país sigue apostando por las energías renovables y, según datos oficiales, en el último trimestre de 2020 hubo un incremento en su uso.
2 Obras de infraestructura vial y aeropuerto. Continuarán trabajos en la red nacional de carreteras y en el aeropuerto internacional, en especial en la terminal de carga. Inversión prevista: US$174,6 millones.
3 Mejoramiento de la infraestructura de hospitales, unidades de salud y centros asistenciales. En el centro de la apuesta están las salas que servirán como puntos de vacunación. Inversión prevista: US$28 millones.
4 Construcción de CUBOS (Centros Urbanos de Bienestar y Oportunidades). Son parte del Plan de Seguridad de Control Territorial, infraestructura diseñada para que niños y jóvenes puedan llevar a cabo actividades como lectura y acciones en materia de prevención de violencia, entre otras. Inversión prevista: US$84,6 millones.
5 Proyectos turísticos. La finalidad es apoyar a la recuperación del sector, en diversas áreas. Inversión prevista: US$150 millones en diversos proyectos.
6 Proyectos de infraestructura deportiva para los XII Juegos Deportivos Centroamericanos Santa Tecla. Se celebrarán en noviembre de 2022 y se prevé la participación de 3.000 atletas. Inversión prevista: US$115,2 millones, mediante un préstamo del BCIE.
7 Entrada en operación de INnovaLab. La empresa Termoencogibles, en alianza con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Asociación Salvadoreña de Industriales, inauguró ya el primer laboratorio especializado en vinculación, incubación e innovación para el desarrollo de proyectos de negocios. Está equipado para elaborar prototipos, como impresoras 3D, laminadoras y cortadoras láser. Además, cuenta con salas creativas multimedia, salas de ideación y espacios comunes e individuales para dar asesoría en la construcción de ideas innovadoras y mentorías empresariales. Inversión: US$2 millones.
8 Tecnología y bioseguridad. Agremiados de la Cámara de Comercio anuncian inversiones en esas dos áreas, que incluyen adquisición de soluciones tecnológicas y productos de limpieza y seguridad para frenar contagios.
9 Proyectos inmobiliarios. La Cámara Salvadoreña de la Construcción destaca la continuación de 69 proyectos residenciales, los cuales generarán alrededor de 60.000 empleos y representan una inversión de US$800 millones. Se trata de proyectos que estuvieron detenidos durante el confinamiento.