· Costa Rica se posiciona como el país más innovador de Centroamérica, ocupando el puesto 70 a nivel global.
Por: Cristobal Vergara, Director Andina, Centroamérica y Caribe SAP LAC
El mundo atraviesa un punto de inflexión tecnológico. Tendencias como la inteligencia artificial (IA), el consumo de software en la nube y la automatización están redefiniendo el panorama económico a nivel global. En este contexto, los países de Centroamérica y el Caribe enfrentan el desafío —y la oportunidad— de consolidarse como protagonistas de la transformación digital en América Latina.
Ecosistemas de innovación en evolución
La región está experimentando un crecimiento sostenido en su industria tecnológica, impulsado por la transformación digital, la expansión del comercio electrónico y el fortalecimiento de su ecosistema de startups. La digitalización empresarial es clave para mejorar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas, promoviendo la adopción de herramientas como CRM, ERP y soluciones en la nube. Esto les permite optimizar operaciones, mejorar la experiencia del cliente y adaptarse ágilmente a los cambios del mercado.
El posicionamiento de la región de Centroamérica y el Caribe entre los líderes de la región en inversión en IA ya es una realidad. Un estudio reciente de SAP, realizado entre 1.200 tomadores de decisiones de empresas en América Latina, reveló que el 69% de las empresas colombianas anticipa un impacto significativo de la IA en sus industrias, superando el promedio regional del 63%. Además, el 54% de las organizaciones planea aumentar su inversión en soluciones de IA durante 2025, reflejando un compromiso firme con la automatización y la innovación tecnológica.
Por su parte, el Índice Global de Innovación 2024, elaborado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), muestra con claridad la heterogeneidad del desempeño innovador en la región. Según el ranking:
· Costa Rica se posiciona como el país más innovador de Centroamérica, ocupando el puesto 70 a nivel global, gracias a su inversión en educación, desarrollo sostenible y políticas públicas orientadas a la innovación.
· Panamá, en la posición 82, ha logrado avances en digitalización y conectividad, aunque enfrenta desafíos en términos de adopción tecnológica por parte del sector productivo.
· República Dominicana, ubicada en el puesto 94, cuenta con un ecosistema emprendedor creciente, impulsado por nuevas startups, hubs tecnológicos y apoyo institucional.
· Guatemala, en la posición 122, muestra oportunidades claras de crecimiento, especialmente si fortalece su capital humano y acelera la transformación digital de sus sectores estratégicos.
Transformación digital como motor económico
En este nuevo escenario, la digitalización empresarial representa una oportunidad clave para aumentar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas. Tecnologías como la computación en la nube, los sistemas de planificación empresarial (ERP) y las plataformas CRM están comenzando a ser adoptadas por más compañías en la región, permitiéndoles optimizar sus operaciones y expandir su alcance.
A su vez, la tendencia del nearshoring está abriendo nuevas oportunidades para atraer inversión tecnológica y talento global. Costa Rica y Panamá, en particular, han captado el interés de empresas internacionales para establecer centros de desarrollo, gracias a su ubicación estratégica y sus condiciones de negocio.
Pese al potencial, la escasez de talento especializado sigue siendo una barrera común. La formación en carreras STEM, así como la retención de profesionales capacitados, debe convertirse en una prioridad. La colaboración entre gobiernos, empresas y universidades será determinante para sostener el crecimiento del sector.
En definitiva, Centroamérica y el Caribe tienen todos los elementos para posicionarse como polos de innovación digital en América Latina. La clave estará en acelerar las reformas estructurales, fomentar la adopción tecnológica en todos los niveles y garantizar un entorno que promueva la creatividad, la sostenibilidad, la inversión y la inclusión digital.