El 64% de los encuestados refiere que su adopción de tecnologías de colaboración basadas en la nube se ha acelerado.
Por Revista Summa
Los planes que tenían las empresas para aprovechar los avances tecnológicos o mejorar las prácticas de trabajo remoto se aceleraron drásticamente en la primera mitad de 2020 debido a la pandemia. Un estudio reciente de FreeForm Dynamics, auspiciado por Cisco, entrega una nueva perspectiva sobre el espacio de trabajo moderno, a partir de experiencias de usuarios reales de todo el globo.
Basado en ese documento, Pablo Marrone, Director de Colaboración de Cisco en América Latina, resume las 6 lecciones principales aprendidas y su impacto a futuro.
1. La agilidad empresarial: La capacidad de adaptación y de responder rápidamente a los eventos y a las condiciones cambiantes ha sido mayor a la esperada. Y esto, por supuesto, incluye a Latinoamérica. La medida de la agilidad digital de las organizaciones viene de la facilidad de adaptación al nuevo modo de trabajar. Se destacan en las respuestas aquellas organizaciones que se sienten “confortables con el cambio”.
Esa actitud luego se extrapola a cualquier problema emergente, oportunidad, tecnología o idea; las empresas con una mentalidad ágil tienden a actuar de forma rápida, proactiva y decisiva mientras que otras se quedan inertes y pierden fuerza. Es esperable que las que fueron más lentas en esta ocasión, hayan aprendido de ese llamado de atención.
2. El valor real de las opciones de la tecnología moderna. Como nunca, la tecnología ha mostrado su poder de habilitar posibilidades. Un entorno tecnológico adecuado es fundamental para moverse rápida y efectivamente. Si se está luchando contra sistemas antiguos que son difíciles de extender, escalar o cambiar, los procesos de transformación se vuelven lentos e, incluso, imposibles.
La pandemia ha puesto en evidencia estas limitaciones: el 64% de los encuestados refiere que su adopción de tecnologías de colaboración basadas en la nube se ha acelerado. Y un 58% también reconoce que muchas de las herramientas necesarias ya estaban disponibles desde antes de la pandemia, pero habían sido ignoradas.
3. La verdadera naturaleza de la productividad. La adopción de enfoques modernos como el uso de equipos virtuales y ágiles ha tenido gran impacto en la productividad. Es fundamental que haya un equilibrio entre confiar en los empleados con mayor flexibilidad y autonomía, y mantener el control.
Algunos empleados que antes asistían diariamente a una oficina reconocen que -sin todas las interrupciones y distracciones de ese lugar- se han vuelto mucho más productivos. No se puede generalizar, pero si además tenemos en cuenta que algunos empleados pueden trabajar mejor que otros sin supervisión, las variaciones en las percepciones en torno a la productividad son perfectamente comprensibles.
4. La naturaleza esencial de la interacción social. Con la adopción de herramientas de colaboración digital, muchas de las reuniones de trabajo habituales pueden llevarse a cabo casi sin contratiempos. Sin embargo, la clara pérdida del contacto cara a cara no ha pasado desapercibida. Afortunadamente, muchos se han embarcado en esfuerzos significativos para mitigar esto, con iniciativas que van desde la implementación de “reuniones” sociales y el contacto a través de los canales de chat social, hasta esfuerzos más creativos como concursos interactivos o actualizaciones de noticias.
Durante esta fase de transición a un lugar de trabajo post-pandemia, se debe adoptar un enfoque flexible con “lo mejor de ambos mundos”, que equilibre los beneficios del trabajo tanto virtual como físico. Los líderes deben reconocer el valor de impulsar medidas y capacitar a los empleados para que permanezcan socialmente conectados.
5. El futuro de la salud y el bienestar. El impacto que ha tenido la situación desatada por la pandemia en la salud física y mental de las personas ha sido innegablemente profundo. Muchas organizaciones se han transformado a un ritmo sin precedentes, enfrentando desafíos de adaptación a lo largo del camino.
De los líderes consultados, el 76% reporta que los empleados han encontrado dificultades en mantener el balance entre la vida personal y la laboral, mientras que un 73% reconocen dificultades para mantener la moral y la energía de los equipos de trabajo. Afortunadamente el reporte también muestra que ya muchos gerentes y altos ejecutivos dejaron atrás el tradicional estilo autocrático de liderazgo, en favor de un enfoque más flexible, transparente y centrado en la persona.
El tema de la salud y el bienestar se ha vuelto mucho más destacado, y el cambio a trabajar en casa ha hecho que muchos directivos se preocupen realmente por las condiciones en las que sus empleados podrían estar trabajando, además de temer por el equilibrio entre su vida laboral y personal.
6. La oportunidad de extender el talento. El trabajo remoto abre posibilidades de mejorar la inclusión: contar con empleados que antes no estaban disponibles por razones de distancia, dificultad de traslado o impedimento físico. Las prácticas de búsqueda de talento y reclutamiento pueden ser adaptadas para superar las barreras de la locación de la oficina, rompiendo las brechas geográficas, sociales, educativas, culturales y económicas.
Llegar a los “nativos digitales” – Generación Z – también surge como un tema prominente, pues la práctica de trabajo a distancia significa una perspectiva atractiva para la generación más joven. Y aunque es imposible generalizar, la preferencia investigada de la Generación Z por un empleador digital, flexible y diverso probablemente colocará a las organizaciones que valoran la autonomía, la inclusión y la presencia virtual en una ventaja competitiva.
La próxima agenda de transformación del espacio de trabajo.
Cuando las restricciones cedan, en algunas organizaciones habrá una tentación de “volver hacia atrás” en los avances del trabajo remoto. Sin embargo, tiene sentido capitalizar las experiencias y aprendizajes de este período pandémico y tomarlas como ventajas para la generación de agilidad organizativa. El estudio demuestra que más del 60% de las organizaciones ya cuentan con una iniciativa firme de transformación.
Si esta crisis nos enseña algo, es que nunca podemos predecir realmente lo que se avecina, y que hay más preguntas que respuestas. Es el momento de unirnos y aprender en conjunto, por ello es altamente recomendable sumarse a las salas de discusión donde gerentes y usuarios comparten y discuten alternativas, tal como cs.co/latincug el más grande grupo de usuarios de herramientas de colaboración en Latinoamérica