Cushman & Wakefield transforma la forma de trabajar, comprar y vivir de sus clientes, vía estrategias de bienes raíces integrales y a la medida.
POR Rocío Ballestero
Lo que nació como una empresa familiar de administración de propiedades en Estados Unidos, hace más de 100 años, se ha consolidado como una de las firmas de servicios inmobiliarios más grandes del mundo. Cushman & Wakefield, con sede en Chicago, tiene presencia en cerca de 70 países, cuenta con más de 55.000 colaboradores y genera ingresos que rondan los US$9.000 millones anuales.
América Central ha ido ganando espacio en su ámbito de acción. Hace 10 años era un punto en el mapa en términos de ingresos y hoy es uno de los mercados de mayor crecimiento de toda Latinoamérica, atendido por 65 colaboradores, desde la oficina de Costa Rica. Su oferta va mucho más allá de lo que típicamente se asocia con la asesoría en real estate ya que acompaña a clientes multimercado a lo largo de todo el ciclo inmobiliario, a través de tres grandes áreas estratégicas.
1 Transacciones: “Somos el centro de todo lo que vendrá”
Solo en 2019, Cushman & Wakefield transó 60.000 m2 en áreas para oficinas y 98.000 m2 para obras industriales y logísticas. Empresas triple A del Fortune 500 y líderes regionales le confían sus proyectos, entre ellos Microsoft, Intel y PriceSmart, así como Unilever, Kimberly-Clark y Garnier & Garnier. Parte de su éxito es ser una firma de bienes raíces comerciales de servicio completo o one stop shop, ajustada a las mejores prácticas internacionales y enfoques estratégicos. Su labor empieza por ayudar a esas firmas globales a decidir en qué país establecerse, identificar las zonas e inmuebles que responden a sus necesidades y las estructuras de arrendamiento o compra adecuadas para cada caso.
Sus recomendaciones y decisiones se basan en una profunda investigación del mercado, análisis de datos e interpretación del entorno, sopesando variables muy distintas en función del giro del negocio, así como la estabilidad económica, socio-política y jurídica de cada destino y las posibilidades de escala que brinda.
“La forma de trabajar está cambiando y lo relativo al workplace es ahora un factor competitivo. Anteriormente, se hablaba de construir estaciones de trabajo, ahora de centros de bienestar, inyectándole valor a la infraestructura. Se privilegian los espacios dinámicos, colaborativos y altamente eficientes. En ocasiones ni siquiera existen asientos asignados, sino estaciones flexibles o flotantes que se transforman según la tarea a realizar en el día. Deben tener amenidades atractivas, funcionales y aptas para el balance entre la vida laboral y la personal y estar cerca de la fuerza de trabajo”, sostiene Daniel Álvarez, socio director de Cushman & Wakefield | AB Advisory.
2 Project & Development Services: “Somos globales y a la vez muy lo- cales, escuchamos al cliente y cumplimos con sus requerimientos”
Esa característica que expone Fernanda Gasteazoro, subdirectora regional de la división, le ha permitido a Cushman & Wakefield convertirse en el proveedor con mayor participación en el campo de los servicios inmobiliarios en América Central. Su expertise mundial se nutre con recurso humano local “best in class”, que conoce la realidad, idiosincrasia y esquemas regulatorios de cada país donde opera. Eso marca “una gran diferencia porque a América Central hay que en- tenderla y vivirla para poder desarrollarla”.
Su unidad se encarga del gerenciamiento de las construcciones o remodelaciones del espacio interno, ya sean oficinas, propiedades comerciales, plantas de manufactura o centros de distribución. Asume la gerencia del proyecto, desde la elaboración de planos y presupuestos hasta las licitaciones, permisos y supervisión del cumplimiento de los tiempos y calidad de la obra. Así garantiza un servicio de clase mundial en cada una de las aristas, como lo atestiguan Boston Scientific, DHL, Roche, Estée Lauder y VMWare, entre otros clientes de la división. “El gran reto es educar al cliente sobre el impacto que tienen las condiciones del espacio laboral que ofrece para el futuro del negocio: el bienestar de su gente tiene una relación directa con su grado de motivación, compromiso y productividad. Procuramos que evalúen cada proyecto desde la perspectiva del retorno que pueden obtener por eso, en vez de por el costo del m2”, explica Gasteazoro.
Programas en 3D que permiten hacer tours virtuales por los edificios para valorar los cambios que ameritan y la adopción de certificaciones LEED, EDGE y otras de calidad se ha vuelto norma en sus planes de trabajo.
3 Facilities Management (FM): “Dejar en manos de especialistas la gestión de los activos inmobiliarios y servicios asociados le da agilidad al modelo de negocio de los clientes y les permite concentrarse en su actividad principal de negocio”.
Tiempo atrás, los equipos administrativos asumían el manejo de los proveedores y contratistas, el control y mantenimiento de los equipos, la emisión y cobro de facturas, entre otros temas financieros y de logística; o se subcontrataban servicios puntuales, como limpieza, mensajería y seguridad. Hoy, esas labores, así como una amplia gama de servicios adicionales, recaen sobre el servicio de Facilities Management, en el cual Cushman & Wakefield también es líder en América Central.
Su misión: asegurar el óptimo funcionamiento de las instalaciones y todo lo que haya dentro, alargar los ciclos de vida de los activos y evitar fallos e incidencias, todo bajo acuerdos de servicio detallados, altos estándares y sistemas tecnológicos de punta.
“Los principales valores son la simplicidad en la comunicación, la optimización de procesos e importantes ahorros en costos, principalmente en planilla. Ante cualquier eventualidad o nuevo requerimiento, somos el único punto de contacto del cliente, en vez de tratar con múltiples pro- veedores, y les entregamos resultados que exceden sus expectativas”, puntualiza Kevin Henry, líder de FM para la región.
En cada site el equipo va siempre un paso adelante: planifica con visión de futuro, anticipa necesidades en vez de reaccionar a problemas y genera cambios positivos. Lo integran analistas financieros y de mercado, arquitectos, ingenieros y administradores de empresas, entre otros profesionales.
“Por ejemplo, desde Costa Rica atendemos para toda la región de Latinoamérica a un gigante de la industria de bebidas que opera en más de 25 países. De no ser por esta modalidad, tendría que tener su propio personal en cada plaza y metodologías acordes a las condiciones locales. ¡Sería un esquema ineficiente! Nosotros hacemos más eficientes los procesos, reducimos los tiempos de respuesta y minimizamos los riesgos”, añade Álvarez.
Adobe, eBay, UBS y Walmart son clientes internacionales que lo confirman.