Este espacio de gastronomía costarricense abrió hace dos años y hoy destaca entre los los restaurantes imprescindibles de Costa Rica, según la plataforma de viajes National Geographic.
Por Revista Summa
Si hay un lugar donde el amor por la gastronomía y la naturaleza se fusionan en una experiencia inolvidable, es en Feroz. Este restaurante, conocido por su cocina auténtica y su respeto por los ingredientes locales, ha preparado un menú especial para San Valentín que promete ser tan intenso como su nombre lo indica: súper feroz.
Para aquellos que buscan celebrar el amor con un toque de sabor y sofisticación, Feroz ofrece una experiencia que comienza con una entrada que combina la suavidad del puré de ayote con la mantequilla, el puerro confitado y el queso ricotta, coronado con lascas de tiquisque y flores frescas de la huerta.
El plato fuerte es una verdadera declaración de intenciones: arroz con lechón, mini papa asada y un encurtido de chayote en hidromiel, una combinación que exalta los sabores tradicionales con un giro innovador. Para cerrar con broche de oro, el postre nido de pasiflora trae un cremoso de maracuyá, espuma de cuatro leches y especias de la huerta, una dulzura que promete conquistar corazones.
El menú tiene un precio de 49 mil colones, pero los amantes del buen vino pueden optar por la versión que incluye una botella de Colonia las Liebres, Bonarda orgánico de Mendoza, Argentina, por 65 mil 900 colones.
Más allá del festín gastronómico, Feroz ofrece una experiencia sensorial completa: una huerta que provee ingredientes frescos, huevos de sus propias gallinas, un río con Bandera Azul y seis kilómetros de senderos rodeados de naturaleza.
En Feroz, la sencillez es el ingrediente secreto que permite que cada plato brille con su autenticidad y frescura. Este San Valentín, la invitación es a vivir una experiencia ferozmente deliciosa.