La inmersión en la cultura local y en la biodiversidad genera una sensación de pertenencia y un crecimiento personal que trasciende la vista turística.
Por Revista Summa
De acuerdo con el Informe de Tendencias de Viajes de McKinsey & Company, los viajeros a nivel global están redefiniendo el valor de sus experiencias. El estudio enfatiza que la demanda se está desplazando hacia viajes con propósito que priorizan la autenticidad cultural, la desconexión digital y el bienestar mental y físico.
Esta tendencia valida el modelo de hospitalidad en Costa Rica, donde la promesa de “Pura Vida” se convierte en el producto de más alta gama, un modelo que es la base de propiedades como Nayara Resorts, El Silencio Lodge & Spa, Hideaway Río Celeste, Arenal Manoa y Ara Ambigua Lodge.
El turista que elige este tipo de experiencia en Costa Rica no solo disfruta de comodidades de lujo, sino que obtiene claros beneficios para su bienestar integral.
La primera ventaja es la sanación mental y la reducción del estrés. Esto, porque el país permite al visitante, por su naturaleza, recargar energía, mejorar la concentración y disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
En cuanto a la conexión emocional profunda. La inmersión en la cultura local y en la biodiversidad genera una sensación de pertenencia y un crecimiento personal que trasciende la vista turística.
Otro beneficio es el acceso a la gastronomía “de la tierra a la mesa” y a actividades como el yoga y el senderismo en ambientes puros contribuye a un estilo de vida más saludable y activo durante las vacaciones.
En cuanto al sentido de propósito, el viajero prefiere elegir alojamientos con un fuerte compromiso sostenible, que conserven el ecosistema que los rodea y al desarrollo de las comunidades locales.
Alejandro Rojas coordinador de mercadeo del Hotel Arenal Manoa indica que “en el Hotel abrazamos la tendencia global del ‘Viaje con Propósito’ entendiendo que el verdadero lujo es la conexión profunda con el bienestar y la sostenibilidad. Nuestra propuesta ofrece a los viajeros una oportunidad de sanación mental y física inmersos en un entorno natural incomparable con vistas al Volcán Arenal y nuestras aguas termales. Además, tenemos un firme compromiso con la conservación del ecosistema y el desarrollo de la comunidad local. De esta manera, garantizamos que cada estancia no solo sea una vacación de lujo, sino una experiencia transformadora y responsable que satisface la demanda del viajero consciente de hoy”.
Lisbeth Corrales, dueña del Hotel Ara Ambigua Lodge, comenta que “en Sarapiquí, nuestra misión es que el huésped viva la cultura local y la conservación. Ara Ambigua no es solo un alojamiento; es un punto de partida para aprender acerca de la biodiversidad, disfrutar de una gastronomía verdaderamente costarricense. Demostramos que la sostenibilidad y la autenticidad son, de hecho, el motor del turismo significativo, ya que contamos con un programa de reciclaje, reforestamos, contamos con paneles solares. En relación al tema cultural brindamos un tour en el río Sarapiquí, en el cual se cuenta la historia del mismo, un tour de chocolate, otro de piña “.
Jonathan Rojas, Global PR & B2B Marketing Manager , de Nayara Resorts explica que “En Nayara, el verdadero lujo es la conexión con la naturaleza pura. Nuestras iniciativas de reforestación y la reserva de perezosos son la prueba de que se puede ofrecer una experiencia premium donde el principal valor añadido es la responsabilidad ecológica y el entorno natural que el viajero de hoy exige. Además, contamos con un programa de compras de Kilómetro cero para los alimentos que se emplean en el hotel. La mayoría de nuestro personal es de la zona de San Carlos y les brindamos transporte, educación de turismo sostenible. En cuanto al área cultura brindamos clases de la historia y preparación del café y tour de chocolate para los turistas .”
Paola Bolaños, sales manager del Hotel El Silencio Lodge menciona que “en nuestro bosque nuboso, la desconexión es obligatoria y transformadora. Facilitamos la inmersión genuina a través de nuestra filosofía ‘de la granja a la mesa’. En el área de spa tenemos rituales de bienestar inspirados en la naturaleza local, garantizando que la experiencia sea de sanación y equilibrio. Además, tenemos una experiencia de siembra de árboles para los clientes que deseen participar; así como una clase de cocinando como un tico, degustación de café, pintar carretas, tour de chocolate”.
Finalmente, Gabriela Mora, gerente general de Hideaway Río Celeste señala que “para el viajero que busca una joya oculta, Río Celeste ofrece la experiencia auténtica definitiva. Hemos diseñado un hotel que ofrece el confort del lujo manteniendo el distanciamiento necesario para que el huésped pueda disfrutar de la inmensidad del paisaje y del color único del río, garantizando una conexión íntima sin el bullicio de los destinos masificados. Ofrecemos experiencias con contacto con la cultura nacional como visita a la Reserva Indígena Maleku, visita a una finca de Chocolate, visita al Refugio de Vida Caño Negro. El hotel ofrece la experiencia única de un sendero privado para bañarse en las aguas del río celeste”.
Varios hoteles de Costa Rica han comprendido que el viajero actual busca tener viajes con propósitos, que les generen beneficios y por ello, incorporan toda una experiencia en sus alojamientos.
