El mayor reto que se tiene con la implementación de este sistema es la facilidad de cambio y recuperación del PIN.
Por Revista Summa
Desde hace unos meses, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) anunció que la firma para realizar pagos con tarjetas de crédito y débito, mediante los datáfonos de los comercios en transacciones mayores a ₡30.000, sería sustituida por el PIN o número confidencial, proceso que ha comenzado a implementarse, de manera gradual, desde el 1º de mayo de 2022.
Para ello, el sistema bancario nacional se ha venido preparando desde hace más de 5 años al aumentar la implementación de la tecnología contactless en las tarjetas y dispositivos de pago, una tecnología indispensable para el uso del PIN.
A nivel tecnológico, estos cambios impulsados por el BCCR, Evertec y otros actores que forman parte del ecosistema de pagos con tarjetas presenciales en Costa Rica, incluyen el cambio de programación de las terminales de ventas o datáfono (POS) para solicitud del manejo seguro del PIN, el despliegue de una nueva programación que impacta a miles de dispositivos en el país; y una tecnología segura y conectada a través de la web para que los bancos emisores puedan proveer la facilidad de cambio de PIN a sus tarjetahabientes cuando se requiera.
«En Evertec contamos con una API (Application Programming Interface) llamada “asignación o cambio de PIN” que confiere un nuevo PIN a la tarjeta o cambia el actual desde la banca en línea o la app del banco, disminuyendo los procesos operativos de las instituciones y facilitándole al usuario el acceso al PIN de forma inmediata y ágil», según Jimmy Solano Blanco, vicepresidente comercial para Centroamérica de Evertec.
Añadió que la educación del tarjetahabiente y los comercios es parte esencial de este proceso. Para el tarjetahabiente, facilitarle la información de dónde y cómo solicitar su PIN y así evitar que presente un contratiempo en el momento de realizar un pago igual o superior a los 30.000 colones; y al comercio, para que guíe al cliente en la digitación del PIN, de forma que pueda hacer del proceso una experiencia sencilla y rápida para ambas partes.
Actualmente, para aquellas transacciones mayores a ₡30.000, es indispensable que los tarjetahabientes muestren documento de identidad (cédula, DIMEX, pasaporte u otro) y forzosamente, la firma de comprobante de pago físico o voucher.
«Hemos apoyado y asesorado a nuestros clientes emisores durante todo el proceso de implementación y les seguimos proporcionando herramientas que les permitan estar en cumplimiento con la nueva regulación establecida por el BCCR», señaló Jimmy Solano de Evertec.
El mayor reto que se tiene con la implementación de este sistema es la facilidad de cambio y recuperación del PIN, en particular porque su uso en tarjetas de crédito en el país no es de alto tráfico, por lo que muchos tarjetahabientes deben recuperarlo.
Actualmente, el uso del PIN es muy bajo, para Evertec representa menos del 1% de las transacciones procesadas durante mayo, ya que está en una fase de despliegue. Por otro lado, el cambio solo afectará a las personas cuyas tarjetas cuenten con la funcionalidad de procesar el PIN. Las instituciones financieras están reemplazando paulatinamente las tarjetas, ya sea por su vencimiento o por solicitud del tarjetahabiente.
La nueva normativa afectará a un pequeño porcentaje de las personas y las transacciones de pago con tarjeta, ya que actualmente apenas el 10% de las compras supera el monto mínimo de pago rápido. Sin embargo, de manera paulatina podrán procesarse todas las operaciones con esta tecnología.
«Evertec facilita las soluciones necesarias para el cumplimento de los mandatos y regulaciones internacionales y locales, garantizando las mejores prácticas del mercado. De esta manera, mediante una integración tecnológica sencilla y cumpliendo estrictamente con lo establecido por el BCCR, es posible simplificar el proceso de definición de PIN, tanto para el banco como para el usuario final», manifestó Jimmy Solano de Evertec.
Gracias a estas innovaciones tecnológicas. se agilizan las transacciones, se fortalecen las instituciones financieras y se adoptan sistemas seguros para clientes y comercios, así se dan pasos firmes hacia la digitalización de la banca y la inclusión financiera de la población costarricense.