La credibilidad y confianza internacional en la consolidación fiscal contribuye a reducir el riesgo país; de mayo 2022 a julio 2023 el EMBI Costa Rica se redujo en 148 puntos base, y se ubica por debajo del EMBI Latinoamérica y del Global.
Por Revista Summa
Al finalizar el primer semestre 2023 se cumplió con holgura la meta del balance primario con el FMI, al alcanzar un superávit primario de 1,4% del PIB, equivalente a ¢646.242 millones, ¢341.242 millones por encima de lo acordado (al menos ¢305.000 millones).
Este resultado es producto de un estricto control del gasto a través de la regla fiscal y de la mejora que
han reflejado los ingresos al cierre de junio 2023, y ratifica, una vez más, el claro compromiso del país con la sostenibilidad de las finanzas públicas.
La disciplina fiscal se refleja en el control del comportamiento del gasto, rubro que apenas creció 2,9%, ubicándose por debajo del crecimiento histórico promedio de 10,4%, al mismo tiempo que se situó por debajo en 0,3 puntos porcentuales (p.p), si se compara, en términos de PIB (8,7%), con el mismo periodo del año anterior (9,0%). Esto, aun cuando el pago de intereses de la deuda alcanzó el monto más alto de los últimos 18 años registrado a junio (2,3% del PIB 2023), y presentó un crecimiento de 4,4% interanual, en comparación con el mismo periodo del 2022.
Por otra parte, a junio se presentó una mejora en el resultado del balance financiero por ¢26.220 millones, en comparación con el mismo periodo del año anterior, convirtiéndose así en el mejor resultado de los últimos 13 años, en millones de colones, y de los últimos 15 años como porcentaje de PIB a junio. Esta mejora se dio a pesar de que el pago de intereses de la deuda es el principal talón de Aquiles de las finanzas públicas.
El claro compromiso con la consolidación fiscal se ve reflejado en los resultados del EMBI Costa Rica (272), donde se visualiza una mejora sustantiva en la percepción de riesgo internacional en el país. Al 20 de julio 2023; la diferencia con el EMBI LATAM (413) era 141 puntos base y 79 puntos base con el EMBI GLOBAL (351).
Por último, la deuda alcanzó ¢28.633.197 millones, siendo el tipo de cambio de cierre del SPNB2 de ¢547,86 por dólar, y se ubicó preliminarmente en 61,1% del PIB; 2,6 p.p por debajo del cierre 2022 (63,8% del PIB).
Sin embargo, al utilizar el tipo de cambio acordado en el Memorándum de Entendimiento Técnico con el
FMI (¢635,726 por dólar), se refleja una diferencia de ¢81.909 millones (0,2% del PIB), con respecto a la meta fijada, con lo que la deuda alcanzó ¢30.335.909 millones. Este resultado responde a dos factores:
1) Una visión prospectiva en la gestión del riesgo de liquidez de las finanzas públicas, ya que, durante el primer semestre del presente año, el Ministerio de Hacienda aprovechó los réditos de la consolidación fiscal para manejar su reserva de liquidez con el fin de garantizar la cobertura de las próximas obligaciones, lo que no se observaba desde hacía mucho tiempo. De esta forma, se mitigarán los riesgos en la gestión de la deuda y caja del Gobierno de la República.
2) El tipo de cambio utilizado para la evaluación de la deuda, ya que de junio 2022 a junio 2023 este se apreció alrededor de 21%.
“Nos mantenemos firmes en nuestro camino hacia la consolidación fiscal. Lograr con holgura el cumplimiento de la meta de superávit primario con el FMI, ratifica el compromiso de esta Administración con la sostenibilidad de las finanzas públicas. Desde el Ministerio de Hacienda hemos hecho un control del gasto sustentado en el cumplimiento de la regla fiscal, aspecto que, en combinación con la dinámica presentada por los ingresos, nos permite mostrar hoy este resultado, clave para el control del crecimiento de la deuda”, recalcó Nogui Acosta Jaén, ministro de Hacienda.
El Jerarca agregó: “Los réditos del compromiso del país con la consolidación fiscal se reflejan en la mejora de la calificación crediticia al primer trimestre del año, por parte de las calificadoras de riesgos y en la reducción de la percepción riesgo por parte los inversores internacionales, lo que se ve reflejado en los resultados del EMBI Costa Rica. Esto tiene transcendencia, porque entre menos riesgosos seamos, menores serán las tasas de interés que nos exigirán por los recursos que nos prestan, lo cual es clave para mejorar el perfil de nuestra deuda, y más será la confianza de inversionistas internacionales para venir al país.”