Empresas y organizaciones como Blue Zones Nicoya trabajan desde hace más de diez años en beneficio de la zona azul de Nicoya, rescatando sus costumbres y promoviendo el consumo de productos autóctonos.
Por Revista Summa
El pasado 30 de agosto se estrenó en Netflix el esperado documental “Live to 100: Secrets of the Blue Zones”, en el cual el trabajo de más de 20 años del investigador Dan Buettner salió a la luz para revelar los secretos de la longevidad de las cinco zonas azules que existen en el mundo: Okinawa, Japón; Cerdeña, Italia; Icaria, Grecia; Loma Linda, California y la Península de Nicoya, Costa Rica.
El tercer capítulo está dedicado justamente a la Zona Azul ubicada en nuestro país, específicamente en la Península de Nicoya. En este episodio, el documental da a conocer algunos elementos que comparte esta zona con las demás, las cuales tienen una incidencia positiva en la longevidad de sus habitantes, tales como una dieta basada en plantas, movimiento natural y poner a la familia primero.
Asimismo, hace énfasis en los secretos de la Península de Nicoya para la longevidad de sus habitantes: un plan de vida que los impulsa a seguir adelante, tener una vida tranquila y dedicar su tiempo a su familia a demás del trabajo y sobre todo, las famosas “tres hermanas”: el consumo de frijoles, calabazas y maíz como parte vital de su dieta.
Como parte del documental, la producción entrevistó también a cuatro centenarios: Ramiro Guadamuz de 100 años, Dora Bustos de 102 años, Benerando García de 99 años y Juan Carrillo de 86 años, todos ellos forman parte de la población de la Zona Azul de la Península de Nicoya, en la cual, según el documental, sus pobladores poseen una edad biológica unos 10 años más joven que su respectiva edad cronológica.
Sin embargo, no todo es positivo dentro del documental, ya que según Dan Buettner la zona azul de Nicoya podría llegar desaparecer por factores como la gran y rápida industrialización que se ha dado en los últimos años en la península, así como el desinterés de las nuevas generaciones en continuar con las tradiciones de sus antepasados.
Por esta razón, organizaciones y empresas como Blue Zones Nicoya han trabajado durante años promoviendo y rescatando los valores, la cultura y las tradiciones de esta región, así como creando conciencia sobre el consumo de productos de alta calidad originarios de la zona, con valor nutricional y grandes beneficios para la salud.
Asimismo, ha sido una fuente importante de empleo para los pobladores de la zona y ha fomentado encadenamientos productivos para llevar beneficios económicos a las familias locales. Mensualmente, Blue Zones Nicoya dona un porcentaje de las ventas de sus productos para apoyar a los centenarios de la península. Además, posee un papel importante en el cuidado de las lapas rojas y abejas, a través de su proyecto de reinserción de lapas rojas y el programa de apoyo y buenas prácticas apícolas.
Blue Zones Nicoya busca que a raíz de este documental, tanto los costarricenses como las personas extranjeras puedan proteger la zona azul de Nicoya y a sus habitantes longevos, apoyando el turismo rural que se realiza y que aboga por mantener vivas costumbres de la zona, así como apoyando el consumo de productos locales cultivados en la región que permitan rescatar lo autóctono de nuestro país.
Blue Zones Nicoya es parte de un movimiento que celebra la búsqueda constante de un estilo de vida y bienestar equilibrados, contribuyendo a un futuro más saludable para sus consumidores, a través de productos locales como mieles, café, té y harinas de maíz, los cuales apoyan el cultivo de materias primas tradicionales costarricenses.