El Banco Central de Costa Rica, comenta que la situación macroeconómica y geopolítica mundial prevaleciente en lo transcurrido de 2022 plantea grandes desafíos para los bancos centrales.
Por EFE
El Banco Central de Costa Rica proyectó este viernes en su Informe de Política Monetaria que el país está en un proceso de desaceleración de la economía para lo que resta de 2022 y para 2023, debido a la coyuntura internacional y las persistentes presiones inflacionarias.
El presidente del Banco Central, Róger Madrigal, presentó en conferencia de prensa las perspectivas de la economía costarricense en la cual detalló que proyecta un crecimiento para la actividad económica de 3,4% y 3,2% en 2022 y 2023, respectivamente, lo que significa que para 2022 se mantiene la estimación, pero para el siguiente año se revisa a la baja en 0,7 puntos porcentuales.
Las estimaciones preliminares del producto interno bruto (PIB) para el segundo trimestre muestran que la recuperación de la actividad económica se mantiene, pero ha tendido a desacelerarse. En ese lapso, la serie en tendencia ciclo del PIB creció interanualmente 5,7%, que se compara con 10,4 % un año atrás.
«La economía costarricense está creciendo, usamos diferentes adjetivos decimos: A buen ritmo o un crecimiento robusto, pero no podemos ocultar que la economía costarricense está en proceso de desaceleración. En parte es normal, porque teníamos tasas de crecimiento muy altas y eso habíamos dicho que después de un periodo de alto crecimiento, las tasas tienden a moderarse. Pero también hay otras razones fundamentales por las cuales la economía se desacelera», explicó Madrigal.
El informe indica que en un contexto internacional complejo, la economía costarricense ha tenido resultados macroeconómicos mixtos. Por ejemplo, el mercado laboral continuó recuperándose y en mayo las tasas de desempleo y de subempleo se ubicaron por debajo de los valores registrados antes de la pandemia. Sin embargo, la tasa de participación neta ha mostrado un marcado estancamiento.
Mientras que como consecuencia de las mayores importaciones, en volumen y el incremento en sus precios, que se manifiesta en el deterioro en los términos de intercambio, el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos aumentó en el primer semestre del año, a pesar del buen desempeño de las exportaciones de bienes y servicios.
INFLACIÓN
Según el Banco Central de Costa Rica, la situación macroeconómica y geopolítica mundial prevaleciente en lo transcurrido de 2022 plantea grandes desafíos para los bancos centrales, entre las cuales la principal es combatir la inflación.
Datos revelados muestran que el aumento en la inflación inició en la segunda mitad de 2021, pero se manifestó con más fuerza en 2022, especialmente en el segundo trimestre.
En junio, las inflaciones general y subyacente aumentaron a 10,1 % y 6,4 %, respectivamente, en términos interanuales, desde 5,8 % y 4,1 %, en igual orden, en marzo pasado. Ambas tasas se ubican por encima del límite superior del rango de tolerancia establecido por el Banco Central en torno a su meta de largo plazo de 3 % (± 1 punto porcentual). Además, son las más altas en los últimos 13 años.
«Uno podría decir que es transitorio, que a 12 meses la inflación caerá, pero no cae lo suficiente. Este es el principal reto del banco. Es una inflación más de bienes alrededor del 15 % que en servicios de 4,5 %.(…) La inflación estamos previendo que como promedio a cuatro trimestres esté en 9,9 % o cercano al 10 % si llega a 10 o menos denotaría una desaceleración en el término de inflación», dijo Madrigal.