Se pondrán sobre la mesa reformas necesarias en AyA, la restructuración del MOPT, la reactivación del sector vivienda y los planes de Hacienda ante el complejo panorama actual, entre otros.
Por Revista Summa
Este jueves la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC) realiza su congreso anual, en el cual empresarios del sector buscan conocer los planes concretos del gobierno, a través de sus diferentes instituciones, para impulsar la reactivación de sector, fuertemente impactado en su actividad económica desde antes de la pandemia.
El evento, que se realizará en el Centro Nacional de Convenciones, contará con la participación de los jerarcas de instituciones como: Ministerio de Hacienda, MOPT, AyA, MEIC y Vivienda. Además de, Stephan Brunner, vicepresidente de la República, Rodrigo Arias, presidente de la Asamblea Legislativa y Natalia Díaz, ministra de la Presidencia.
“La construcción cumple un rol esencial en los procesos de crecimiento nacional, por medio de la provisión de infraestructura física y la generación de condiciones que mejoran la competitividad. Un sector construcción fuerte y vigoroso impulsa la actividad económica nacional, incrementa la competitividad país y eleva la calidad de vida de los habitantes”, dijo Carlos Trejos, presidente de la CCC.
El enfoque del Congreso es enfrentar con éxito los retos del futuro, aportar ideas para mejorar los procesos involucrados con la construcción y eliminar las trabas que restan eficiencia al sector, sin perder de vista la preocupante desaceleración que ha experimentado aún antes de la crisis sanitaria ocasionada por la Covid-19.
Se pondrán sobre la mesa asuntos que le interesan a todos, como las reformas que son necesarias en AyA, la restructuración del MOPT, la reactivación del sector vivienda, los planes de Hacienda ante el complejo panorama actual o las acciones que son necesarias para que Costa Rica sea más competitiva.
CCC quiere aportar en la búsqueda de soluciones.
La CCC ha insistido en la necesidad de establecer políticas que estimulen la construcción privada y la ejecución de obra pública para reactivar la economía del país. Aseguran que es de suma importancia promover iniciativas concretas que impacten en la mejora de la competitividad, con el objetivo de que el país sea un sitio idóneo para hacer negocios e inversiones que promuevan el crecimiento económico y eleven la calidad de vida de todos los habitantes.
En este sentido, durante el congreso la Cámara también realizará una serie de planteamientos con el objetivo de contribuir desde la parte técnica en la búsqueda de soluciones a los grandes retos que enfrenta el país, como representante de un sector privado comprometido con el desarrollo de Costa Rica.
“En la Cámara estamos en total disposición de colaborar con las autoridades de gobierno para impulsar medidas concretas que favorezcan la reactivación económica que necesita el país”, indicó Carlos Trejos, presidente de la CCC.
Sector construcción en cifras.
El sector construcción es estratégico para el crecimiento de la economía costarricense. A partir de este, se genera la base para el desarrollo de diversos sectores económicos (manufactura, comercio, actividades inmobiliarias, entre otros). Siendo un sector que arrastra a otros, la construcción representa el 8,6% de las importaciones totales del país y el 9,9% del Valor Bruto de Producción a nivel nacional, siendo el sector con más peso en esta variable .
Representa un medio de inversión que incentiva la actividad y el empleo de muchos sectores productivos proveedores de este; por cada empleo directo del sector construcción, se generan 0,76 empleos indirectos, lo cual implica que, en el agregado, el sector genera cerca del 13% del empleo a nivel nacional.
Los datos más recientes del IMAE publicados por el BCCR evidencian una disminución en los niveles de la actividad económica de la construcción, por debajo de los niveles de febrero 2020. El sector construcción se ha visto influenciado por un conjunto de variables que han dificultado la recuperación de la actividad económica: aumento en precios de los insumos, incertidumbre respecto a tipo de cambio y tasas de interés y pérdida generalizada de poder adquisitivo de la población.