Un aroma puede volverse un aliado fuerte y poderoso para establecer vínculos mucho más duraderos con los clientes.
Por Revista Summa
Una buena estrategia de marketing olfativo es, sin duda, un acierto para tu negocio. Como ya sabes, el olfato es uno de los sentidos que tiene más poder para actuar frente al usuario, razón por la cual cada vez más empresas apuestan por el marketing olfativo para conquistar usuarios a través de él.
Mediante un aroma específico, despiertan en ellos recuerdos y emociones asociados con buenas experiencias o momentos vividos, sensación que terminan vinculando con la empresa que lo utiliza, lo cual se traduce en mejores relaciones entre las partes.
No por nada el marketing olfativo se ha convertido en una de las herramientas más poderosas para el posicionamiento de un negocio, tanto offline como online, teniendo en cuenta que también influye en el proceso de compra y en la forma en que el cliente ve y percibe los productos o servicios.
Muchas tiendas tienen ya un aroma definido en sus establecimientos o en sus empaques con el que se asocia y se conecta con los usuarios, bajo el convencimiento de que de esa forma generan mensajes positivos y vínculos emocionales.
¿Qué puntos son clave para que una estrategia de marketing olfativo sea perfecta para nuestra marca?
Un estudio realizado por Harvard Business Review señala las siguientes:
- Ponte en manos de expertos. Al igual que no dejarías tu salud en manos de cualquiera, para elegir la fragancia con la cual se asociará a tu negocio lo más sensato es acudir a un profesional del marketing olfativo y evitar ir a un perfumista, ya que el proceso de creación de la fragancia de un negocio no es igual al de un perfume. En la región, The Aroma Trace es la líder del mercado. Para conseguir el efecto deseado, su equipo se reúne con el de tu empresa y dedica el tiempo necesario para desarrollar el aroma por el cual conseguirás relaciones más duraderas.
· Define bien cómo es tu empresa antes de elegir un aroma. Para que el experto al que acudes consiga construir la fragancia que imaginas, debe de tener muy claro las características que definen a tu negocio y a la marca. Crear la imagen visual de cada caso o la música ambiente de una tienda debe partir de un objetivo muy claro sobre lo que se busca transmitir.
· Estudia el aroma a utilizar. ¿Te imaginas que los logos de una empresa se realizaran de manera aleatoria y sin tener nada en cuenta? Al igual que se estudian los colores, las formas y la tipografía, la creación de un aroma es complejo y lleva su tiempo. Conociendo la visión, misión y valores de la empresa, el proceso de confección es mucho más sencillo. De esta manera, se conseguirá conectarlos con las emociones y la personalidad que la marca desea transmitir. Los olores, al igual que los colores corporativos, tienen un significado, y debe de expresar un mensaje armónico con la esencia de la para no confundir al usuario. Por ejemplo, si se busca relacionarse con un público joven y dinámico, lo mejor es evitar la lavanda, un aroma mucho más tradicional que podría ser perfecto para una biblioteca, dado que estimula la concentración. Los cítricos, por su parte, transmiten frescura y limpieza, mientras que los olores especiados implican dinamismo y energía. Elegir correctamente los toques olfativos que quieres transmitir puede tener un gran valor a la hora de vender más: olor a palomitas en un cine potencia la venta en la dulcería y una fragancia con toques aromáticos de musgo, hierba y madera, el placer de las estadías en los hoteles ecológicos.
· Analiza las respuestas de la gente. Como cuando se lanza un nuevo producto al mercado, hay que valorar la respuesta de los usuarios frente a los cambios. Para ello, se puede analizar la reacción en varios grupos de control. De esta manera, se pueden corregir errores o potenciar ciertos matices que mejoren la esencia de la marca. Cabe resaltar que un mismo aroma puede generar respuestas totalmente diferentes en función del entorno donde se encuentre. Para ello, se necesita un claro equilibrio entre el establecimiento, los productos o servicios ofertados y el aroma implementado en el negocio.
· Establece dónde y cómo llegarás al consumidor. Esta clave suele subestimarse. La fragancia de una marca transmite los valores que tiene a los consumidores, la define y hace una comunicación por sí sola. Un claro ejemplo son las panaderías, que se descubren gracias a los olores tan característicos del pan y las galletas recién horneados. Seguramente, llevan ahí mucho tiempo y la acción que realiza el aroma atrae nuevos clientes al escaparate. La fragancia tiene una estrategia completa junto con las estrategias de posicionamiento, marketing digital y de ventas, con la colocación de los productos en un lineal. Se debe de investigar si se quiere que esté asociada a puntos concretos del negocio, que invada la calle o que solo esté dentro del negocio, las horas o la continuidad del aroma, así como si se busca algo sutil o más obvio.
Todas estas claves pueden ayudar a que tu marca tenga una estrecha relación con tus clientes, ya sea emanando emociones, recreando recuerdos o vivencias pasadas. Sea como sea tu negocio, hay un aroma especial para él.
Fuente:
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