Priorizar a proveedores eco-amigables en la cadena de suministro es una de las soluciones clave para reconfirmar el compromiso de las organizaciones con la reducción de su huella de carbono.
Por Revista Summa
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, se destaca la importancia de la contribución empresarial hacia un futuro más verde, teniendo presente su potencial para combatir las problemáticas que afectan al planeta. Esta temática es de suma relevancia y conlleva una gran amenaza, donde cinco de los diez riesgos globales que se enfrentarán en los próximos dos años están en la categoría ambiental, según el Foro Económico Mundial, en su Global Risk Report 2023.
Ante esto, se resaltan prácticas eco-amigables que se pueden aplicar a diferentes organizaciones y generan una huella positiva importante. Cabe destacar que estos esfuerzos deben ser constantes, responder al core del negocio e implementarse desde el ADN de la entidad.
En este contexto, Grupo Roble comparte cinco prácticas ambientales que las organizaciones pueden adoptar para marcar la diferencia:
- Aumentar la eficiencia energética y reducir las emisiones. Adoptar fuentes de energías renovables y de bajo consumo es una forma eficaz de mitigar las emisiones de carbono, como reducir las horas de encendido diario y colocar luminarias LED.
- Gestión adecuada de los residuos. Considerar métodos adecuados de desecho, e involucrar a colaboradores y proveedores en una campaña de concientización. En el caso de Multiplaza, su implementación le ha permitido al grupo reciclar hasta el 45% de lo producido.
- Uso eficiente del recurso hídrico. Es posible innovar utilizando las capacidades existentes, como la captación y almacenamiento de agua de cosecha y condensación proveniente de los aires acondicionados. Estas iniciativas, implementadas por el grupo, le han permitido captar hasta 107 mil litros de agua.
- Innovación en procesos y tecnologías sostenibles. La gestión inteligente en los desarrollos inmobiliarios contribuye significativamente a reducir los efectos. Desde el diseño, se pueden plantear sistemas renovables y eléctricos con control automático, sensores de movimiento y chillers magnéticos que reducen hasta un 40% el consumo eléctrico.
- Medición del impacto y mejora continua. En el camino hacia negocios eco amigables, la capacidad de medir y evaluar los resultados de los esfuerzos implementados es fundamental para garantizar un progreso efectivo.
“En Grupo Roble, creemos en implementar estrategias que promuevan el bienestar ambiental, abarcando desde infraestructuras más eficientes hasta servicios que minimicen el impacto de nuestros clientes. Por eso, es fundamental priorizar modalidades de consumo sostenible de los recursos, la educación y la gestión de riesgos” explicó Roberto Carballo, gerente de operaciones de Grupo Roble.
Implementar estas acciones en las organizaciones no solo ofrece beneficios cruciales para el medio ambiente, también permite reducir costos operativos a través de la eficiencia energética, mejorar la reputación corporativa, abrir nuevas oportunidades de mercado y fomentar la innovación.
“Un apoyo fundamental ha sido trabajar bajo las normas ISO 14001:2015, lo cual nos ha permitido gestionar de manera efectiva los riesgos y amenazas ecológicas. Como resultado, nuestros proyectos en Costa Rica han sido galardonados con Bandera Azul Ecológica en la categoría de cambio Climático” agregó Carballo.
El líder en desarrollo inmobiliario, que ha ejecutado otras medidas como voluntariados con sus colaboradores, capacitaciones y campañas para promover la concientización ambiental, cuenta con más de 30 años de experiencia en el mercado costarricense y, junto a sus diversos proyectos, trabaja constantemente en iniciativas que impactan positivamente a sus públicos.