La equidad de género es una necesidad estratégica para fomentar la innovación y la competitividad en América Latina.
Por Revista Summa
Según el estudio de McKinsey & Company “La presencia de mujeres en la industria tech”, en la última década, el sector tecnológico ha tenido una de las mejores historias de éxito en América Latina. Entre 2020 y 2021, el e-commerce creció en la región un 30% y se proyecta un crecimiento adicional del 20% entre 2024 y 2027. La digitalización acelerada, impulsada por la pandemia, la expansión de la conectividad y el surgimiento de startups innovadoras consolidaron a la tecnología comercial como un pilar clave del desarrollo económico.
Sin embargo, la presencia de las mujeres en esta industria presenta algunos retos en la región latinoamericana. Después de más de una década de avances en la reducción de la brecha de género en las contrataciones en esta industria, 2023 marcó un punto de inflexión preocupante: la equidad de género no sólo se estancó, sino que comenzó a retroceder. Hoy en día, en América Latina los hombres reciben casi cinco veces más ascensos que las mujeres en roles gerenciales; sólo el 20% de las contrataciones para puestos de liderazgo en empresas tecnológicas han sido mujeres en los últimos tres años.
Uno de los principales desafíos es la brecha salarial que persiste en este sector. Esta brecha, combinada con la falta de oportunidades de promoción, genera un ciclo de exclusión que desincentiva la permanencia de las mujeres en la industria.
Las mujeres tienen menos oportunidades de ascender a roles de liderazgo, incluso con las mismas calificaciones que sus colegas masculinos. Además, los procesos de selección suelen favorecer inconscientemente a los hombres, y las redes de mentoría y patrocinio para mujeres son limitadas el 24% de los ascensos en roles iniciales se otorgan a mujeres, y este número se reduce a 17% en los niveles gerenciales más altos.
Mientras que en Europa se han implementado regulaciones estrictas sobre transparencia salarial, en la región sólo el 25% de las grandes empresas han establecido políticas formales de equidad salarial.
Retos para cerrar la brecha de género en tecnología
Es clave implementar procesos de contratación y ascensos equitativos. Métodos como la selección “CV-blind” reducen sesgos, mientras que paneles de entrevistas diversos y criterios de promoción transparentes garantizan igualdad de oportunidades para las mujeres.
En segundo lugar, la mentoría y la capacitación juegan un papel fundamental. Programas de liderazgo para mujeres en tecnología, acceso a certificaciones en áreas clave y redes de mentoría les permiten fortalecer su crecimiento profesional.
Adicionalmente, establecer políticas de equidad salarial y apoyo a la maternidad es esencial. Por ejemplo, las auditorías salariales ayudan a corregir brechas, mientras que licencias de paternidad equitativas y esquemas de trabajo flexibles facilitan la reincorporación laboral de las mujeres tras la maternidad.
Posibles acciones para mejorar la presencia de mujeres en la industria tech
Primero, las empresas pueden establecer programas corporativos para la equidad de género respaldados por la alta dirección. Los componentes de este programa pueden incluir políticas contra el acoso sexual en el lugar de trabajo con cero tolerancia, programas obligatorios contra sesgos y esfuerzos para aumentar la inclusión en todos los niveles.
Las empresas pueden monitorear y gobernar transparentemente el progreso en la equidad de género construyendo herramientas analíticas (para evaluar brechas salariales y retención, por ejemplo) y publicando hallazgos en informes trimestrales.
En promedio, las empresas implementan el 81% de los programas enfocados en género que planean, pero menos del 50% tanto mujeres como hombres en trabajos tecnológicos informan participar en programas de género. Aumentar la participación en programas laborales, en iniciativas de aprendizaje adaptadas a las necesidades y estilos de desarrollo de las mujeres, y en educación continua puede ayudar a los lugares de trabajo a alcanzar la paridad de género.
Por último, los programas de mentoría y liderazgo, específicamente, para mujeres pueden ayudarles a establecer redes en la organización y fomentar el crecimiento profesional. El patrocinio senior permite que las contrataciones iniciales reciban mentoría de niveles superiores, brindando a las mujeres apoyo temprano y consejos informados para ayudarles a crecer. Para las mujeres en roles técnicos, como la ingeniería de software, los programas de mentoría también pueden ayudar a cerrar las brechas de habilidades.
Las compañías latinoamericanas que implementen acciones concretas para reducir la brecha de género no solo estarán generando un impacto positivo en la sociedad, sino que también estarán mejor preparadas para atraer y retener talento diverso, desarrollar productos más inclusivos y consolidar su liderazgo en la economía digital.