Los espacios de trabajo híbrido son ideales para equilibrar las necesidades individuales de cada persona.
Por Revista Summa
Uno de los temas más relevantes por estos días para las compañías, es cómo implementar un modelo de trabajo que combine lo mejor de la presencialidad y la virtualidad para mantener la productividad de la empresa y procurar el bienestar de los colaboradores. El trabajo híbrido reúne las ventajas de ambas modalidades y permite que se alterne entre el grupo de empleados para que una parte asista de manera física, mientras que el otro grupo, trabaje de manera remota o desde casa.
De acuerdo con Astrid Encarnación*, fundadora de Ases Services, firma de servicios dedicada a la organización y desarrollo estratégico de empresas en República Dominicana, «el teletrabajo actual se irá convirtiendo a un modelo híbrido que integrará los beneficios que trae tanto la presencialidad como la virtualidad. Esto hará que inclusive bajen los costos operativos de las empresas facilitando, por ejemplo, realizar reuniones y actividades con todo el equipo, que antes implicaba grandes desplazamientos”.
Por su parte, Caty Di Maggio, Vicepresidente Regional Ventas y Mercadeo para América Latina de Brother International Corporation, señala que es indispensable “encontrar el balance ideal que permita a los gerentes y colaboradores seguir cultivando espacios de integración que impulsen la productividad de los negocios. Así mismo, la flexibilidad y creatividad es importante para que los equipos de trabajo aprovechen las ventajas de ambas modalidades y se sientan cómodos en el desarrollo de sus actividades, que sin duda esto se verá reflejado en los resultados de las empresas”.
De acuerdo con la ejecutiva dominicana, esta nueva modalidad que integra lo presencial y lo virtual es muy importante para las nuevas generaciones de colaboradores que se integran a las empresas, ya que de esta manera pueden construir una cultura organizacional más solida y generar competencias clave para las compañías, tales como: nivel de compromiso, manejo de crisis, trabajo en equipo y fortalecimiento de las relaciones interpersonales.
A continuación, le compartimos algunos consejos para que las pequeñas y medianas empresas empiecen a adoptar esta nueva modalidad de trabajo que trae la nueva normalidad y genera ventajas para todas las partes:
- Adapta la tecnología a tu empresa: La crisis sanitaria nos ha demostrado que muchas tareas de una compañía pueden ser realizadas desde cualquier lugar donde tengamos un tomacorriente y una conexión a internet adecuada. Las empresas deben instruir y brindarles a sus empleados tanto los conocimientos como el software que les permita trabajar ordenadamente, ya sea estando en las oficinas o desde su hogar.
- Convierte los espacios de tu empresa al trabajo híbrido: La transición a un espacio de trabajo híbrido significa modificar algunos de los procesos que viene realizando tu empresa, asegurando que funcionen independientemente de dónde se utilicen, sea remoto o presencial. De igual manera, se debe implementar un diseño en las oficinas físicas que procure el bienestar y seguridad de los colaboradores.
- Mantén vinculados y motivados a tus trabajadores: Todos los involucrados en el trabajo hibrido, deben sentir la experiencia completa de ser empleado de la empresa, sintiendo los valores y procesos de la compañía. Trasladar la cultura empresarial no es tarea fácil y debe ser reforzada por todos los canales posibles. Alejandro Carbonell*, CEO y cofundador de Tutorez, una plataforma de educación en línea con sede en Panamá, señala que hay que buscar la mejor manera de “mantener a los empleados remotos vinculados a la parte social de la oficina con reuniones y encuentros informales en línea, para que participen de estos momentos especiales de socialización que fortalecen el buen ambiente laboral”.
Los espacios de trabajo híbrido son ideales para equilibrar las necesidades individuales de cada persona, con su capacidad de colaborar y ser productivo en un espacio compartido. Es momento de tomarlo con buena actitud y regresar con pie derecho a la cotidianidad.