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América Central: Una brújula para la recuperación

Jun 18, 2020 | COVID-19, Economía, Noticias de Hoy

Revista SUMMA
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Los países navegan entre ideas y proyectos para reactivar sus economías y compensar la caída de divisas en sectores clave por efecto del covid-19.

POR Carolina Barrantes, Alejandra Soto, Jenny Lozano y Ana Elsy Mendoza

Este año se espera una baja de entre 60% y 80% en el turismo internacional y al menos 20% en las remesas en el todo orbe, los sectores que precisamente son los principales motores económicos de América Central. ¿Qué van a hacer los gobiernos para contrarrestar ese devastador escenario? La respuesta es un rompecabezas y los planes que se esbozan podrían quedarse cortos ante la necesidad. Además, prácticamente todos están enfocados en brindar compensaciones sociales y apoyo financiero a las empresas (con énfasis en las mipymes), más que en medidas ajustadas a las necesidades específicas de los grandes sectores productivos.

Las remesas familiares son el pilar de la economía de Guatemala y el Banco de Guatemala (Banguat) pronostica que bajarán 9% este 2020, mientras esperan un repunte en 2021 (11,5%). En el caso del flujo acumulado de divisas por concepto de turismo y viajes, la entidad afirma que empezó a reducirse desde febrero y para finales de abril registraba un desplome del 54%, comparado con el año anterior.

Según la Cámara de Turismo de Guatemala (Camtur), de 177.000 colaboradores formales que hay en el sector, actualmente solo del 5% al 10% está laborando y 9 de cada 10 hoteles han cerrado operaciones de manera temporal debido a la crisis.

Mientras organizaciones como Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) consideran necesario poner en marcha propuestas concretas para atraer inversión y empleo (principalmente vía el fortalecimiento de las zonas francas e industrias que siguen en alza), la respuesta oficial se centra en otorgar ayudas para familias afectadas y apoyos crediticios para las empresas. En El Salvador, donde las remesas representan alrededor del 16% PIB, el Banco Central de Reserva anunció una caída del 40% en el mes de abril, en comparación con el mismo mes del año anterior. Recibió US$287,3 millones vs. US$479 millones en abril de 2019.

2020 podría cerrar con una merma del 15% en ese rubro, de acuerdo con Carmen Aída Lazo, decana de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN). Para paliar en parte la situación, el gobierno logró acuerdos con cuatro empresas de transferencias de dinero que permite, de forma temporal, que los salvadoreños en el exterior envíen dinero a sus familiares con cero comisiones.

En cuanto al turismo, Ricardo Castaneda, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, estima que los ingresos del sector turístico se verán reducidos este año de 20% a 30%. Es uno de los campos paralizados en este momento y, en opinión Guillermo Barrientos, miembro del Comité de Turismo de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador, su verdadera recuperación empezará hasta en enero de 2021.

Ahí, a nivel nacional, 172 hoteles fueron alquilados por el gobierno para que funcionen como centros de contención para personas en cuarentena obligatoria y brindar atención médica a enfermos de COVID-19. La inversión ronda los US$5,4 millones. Asimismo, se impulsa un ambicioso plan de reactivación económica para el que se deberá conseguir financiamiento por US$1.000 millones en los mercados internacionales, lo cual causa preocupación entre los analistas por el sobreendeudamiento del país. A eso se suma el choque que hay entre el presidente Nayib Bukele y los empresarios por el recrudecimiento de las medidas de cuarentena y el manejo de los fondos de la emergencia, mientras el sector privado pide la reactivación de la economía.

En el caso de Honduras, las pérdidas del sector productivo ya rondan los US$2.313 millones, más del 15% de las mipymes han colapsado y no se están solicitando préstamos. Solo entre el 13 de marzo y el 17 de abril, las remesas, principal bastión de la economía hondureña, cayeron en US$230 millones, según el Banco Central de Honduras. El turismo, que aporta más del 8% del PIB, también está devastado, con pérdidas que Selvin Barralaga, subsecretario de Turismo, estimó en US$1.041 millones, a inicios de abril.

«El gobierno lo que ha hecho, por el momento, es solicitar al Banco Central un crédito que sirva como un fondo de garantía para los préstamos que soliciten las mipymes a la banca comercial para continuar sus operaciones, pero más allá de eso no se han escuchado otras acciones contundentes que compensen la caída de los ingresos por divisas», comenta Julio Raudales, expresidente del Colegio de Economistas.

¿Qué pasa en Costa Rica y Panamá?

En territorio costarricense, el gobierno intentará atraer más Inversión Extranjera Directa en el área científica para generar ingresos y empleos, pero la propuesta aún está en diseño, sin fecha fija de ejecución.
Lo que sí es concreto es que dispuso US$1.583 millones de la banca estatal para inyección de recursos para capital de trabajo e impulsará la infraestructura pública, con una inversión de US$3.100 millones para 2020 y 2021. Dicho presupuesto incluye obras como la ampliación en las rutas 27 (US$500 millones), San José–Río Frío (US$640 millones) y el Tren Eléctrico de Pasajeros (US$550 millones). También anunció la reapertura gradual y en orden de parques nacionales y hoteles, comercio y restaurantes y, en una última etapa, la llegada de turismo internacional y los eventos masivos. Otra iniciativa es atraer a personas pensionadas para que vivan en el país, con nuevos beneficios fiscales que plasmará en un proyecto de Ley.

“Lo que falta son medidas de corto plazo que tengan impacto inmediato. No vemos mejoras para el bolsillo del costarricense que se pueden tomar de una vez ni decisiones para mejorar el ambiente empresarial y la confianza en el país”, explica Daniel Suchar, analista de Finanzas Internacionales y director de Relaciones Empresariales de la Universidad Latina de Costa Rica.

“A Costa Rica lo ayudará el hecho de que se le reconozca como uno de los que ha manejado mejor el COVID-19. La atracción de las divisas podría venir por el enamoramiento con un país que tiene un buen sistema de salud y de control de infecciones, más que por sus planes de reactivación», añade el experto.

La Cámara Nacional de Turismo aboga por acciones concretas, como iniciativas para asegurar los cerca de 21.000 empleos directos que genera el sector y que los recursos que se vayan a inyectar como capital de trabajo estén acompañados de una flexibilidad en cuanto a las garantías que deberán ofrecer los empresarios turísticos.

En la nación canalera, cuya fortaleza es ser puente comercial del mundo, centro financiero y hub aéreo de las Amé- ricas, aún no hay un recuento exacto de la magnitud de la afectación.

“Existen varias mesas de trabajo instaladas por el presidente de la República, Laurentino Cortizo, que preparan el plan para la reapertura gradual de la actividad y la estrategia postCOVID-19. Sin embargo, aún no están disponibles, de manera oficial, los impactos en cada uno de los sectores económicos del país”, responde José Hilario Gómez, subjefe de la Oficina de Información y Relaciones Públicas del Ministerio de Economía y Finanzas, ante la consulta de Summa.

Panamá, desde mediados de mayo, inició una apertura de tres etapas. Primero puso en marcha los sectores de comercio electrónico, talleres de mecánica y tiendas de repuestos, servicios técnicos y pesca artesanal y acuicultura industrial, y desde el 1o de junio la construcción (solo obras de prioridad), minería no metálica e industria, así como lugares de culto, playas, parques, áreas deportivas y sociales, pero con 25% de capacidad y distanciamiento físico. En ese último segmento, según indica Iván Eskildsen, administrador de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), las actividades seguirán restringidas a recorridos en áreas protegidas, senderos, montañas, playas, y to- das las actividades deportivas propias de esos sitios; pronto, en fecha aún por definir al cierre de esta edición, se reabrirían aeropuertos, hoteles, agencias de viajes y turoperadores.

A mediados de este mes de junio, sería el turno del comercio y los demás servicios.

Un caso único

Por el lado de Nicaragua, la limitada información oficial, dificultades para corroborarla y preguntas sin res- puesta hechas al Banco Central de Nicaragua, la Cámara de Comercio y Servicios y líderes empresarias impiden visualizar el impacto real que ha tenido el COVID-19 en esa nación.

El gobierno nicaragüense ha sido criticado desde diferentes frentes por su accionar ante el progreso de la pandemia. En vez de sumarse a políticas de confinamiento y cierre temporal de actividades, ha llamado a continuar con todas las operaciones e incluso ha promovido actividades colectivas.

De acuerdo con cálculos del Banco Mundial, será el país de la región que tendrá la mayor caída en el PIB este 2020 (-4,3%), junto con El Salvador, y extraoficialmente se estima que las remesas, uno de los rubros vitales, podrían caer hasta en un 25%. “La única salvación para Nicaragua es que el poder ejecutivo se reúna con el sector productivo para que apliquen medidas conjuntas. Debe permitirles a los empresarios operar con seguridad, sin persecuciones ni manipular el porcentaje de impuestos en IVA y renta», señala Suchar.

¿A qué deben apuntar los países en la región?

  • Restablecer la inversión doméstica y extranjera para continuar cerrando las brechas en infraestructura.
  • Promover los sectores que han registrado recientemente una evolución sobresaliente en las exportaciones de la región.
    • Mantener la fluidez logística en los puestos fronterizos y terrestres para impulsar las exportaciones, en el marco de los acuerdos comerciales vigentes.

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