Para 2026, la tecnologรญa pasarรก de ser un laboratorio a una estrategia central.
Por Fabiรกn Salazar es CEO para Centroamรฉrica y el Caribe de GFT Technologies
La prรณxima ola tecnolรณgica no se centrarรก en la experimentaciรณn, sino en la ejecuciรณn inteligente. El aรฑo 2026 marca la transiciรณn de la Inteligencia Artificial (IA) como promesa a la IA como infraestructura crรญtica, un cambio que requiere planificaciรณn, gobernanza y resultados mensurables. Un estudio reciente nos da una idea de lo que estรก por venir.
El movimiento global de digitalizaciรณn avanza en tres frentes principales: infraestructura; aplicaciรณn y orquestaciรณn; y confianza y soberanรญa. Juntos, definen lo que se espera de la tecnologรญa en los prรณximos aรฑos: eficiencia operativa, mayor seguridad y decisiones basadas en datos.
Entre las tendencias mรกs notables se encuentran las plataformas de supercomputaciรณn para IA, que superan los lรญmites del rendimiento y el coste; los sistemas multiagente, que coordinan flujos de trabajo complejos y automatizan decisiones; y los modelos de lenguaje especรญficos del dominio, que aumentan la precisiรณn y el cumplimiento normativo del sector. A esto se suman las plataformas de desarrollo de IA nativas, la computaciรณn confidencial, que protege los datos en uso, y la IA fรญsica, aplicada a robots y sensores industriales.
La seguridad adquiere un nuevo significado. La combinaciรณn de defensa preventiva, seguridad de IA y procedencia digital crea una base mรญnima para operar con confianza: detectar la manipulaciรณn, rastrear el origen de los datos y reducir los riesgos legales y reputacionales. La IA ya no es un activo independiente, sino que ahora estรก integrada en el nรบcleo de la ciberseguridad corporativa.
Otro factor inevitable es la soberanรญa tecnolรณgica. El concepto de geopatriaciรณn (el retorno de cargas sensibles a nubes regionales o soberanas) se estรก convirtiendo en una decisiรณn empresarial que afecta los costos, la latencia y el cumplimiento normativo. Las empresas estรกn comenzando a reevaluar a los proveedores y la infraestructura basรกndose no solo en criterios tรฉcnicos, sino tambiรฉn geopolรญticos.
Estas tendencias convergen en un punto: la bรบsqueda del retorno de la inversiรณn (ROI) en IA. Los proyectos no sobreviven solo con innovaciรณn; necesitan demostrar un impacto real en la productividad, la reducciรณn de costos y la calidad de las decisiones. Se estima que casi la mitad de las iniciativas de IA podrรญan fracasar para 2027 debido a la falta de claridad en cuanto a las mรฉtricas y los riesgos. El รฉxito dependerรก menos de la tecnologรญa en sรญ y mรกs de la capacidad del liderazgo para redefinir los procesos y la cultura organizacional.
Las inversiones en IA, ciberseguridad y plataformas de integraciรณn se mantienen estables, mientras que los presupuestos y la dotaciรณn de personal se mantienen estables. Esta combinaciรณn obliga a los CIO y CEO a optimizar sus recursos y a reorganizar continuamente sus prioridades basรกndose en el valor, no en las modas pasajeras.
Para 2026, la tecnologรญa pasarรก de ser un laboratorio a una estrategia central. Las organizaciones que actรบen con propรณsito โ uniendo IA, seguridad y soberanรญa digital โ no solo resistirรกn la volatilidad global, sino que marcarรกn el ritmo de la prรณxima dรฉcada de innovaciรณn.
