Aunque el 54% de los costarricenses ahorra en cuentas bancarias, solo el 7% invierte en productos financieros formales, lo que aumenta el riesgo de estrés financiero.
Por Revista Summa
La inversión responsable no solo fortalece la salud financiera, sino que también aporta tranquilidad mental y emocional a las personas durante toda su vida. Contar con herramientas para aumentar el patrimonio brinda mayor seguridad frente a la inflación, claridad en la planificación del futuro y confianza para enfrentar imprevistos. En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora este 10 de octubre, Grupo Financiero Mercado de Valores recuerda la importancia de promover la inversión consciente como parte de un bienestar integral.
Aunque el 54% de los costarricenses ahorra en cuentas bancarias, apenas un 7% invierte en productos financieros formales como fondos de inversión, certificados o acciones, según la Encuesta de Capacidades Financieras de Costa Rica 2023, elaborada por la Oficina del Consumidor Financiero (OCF). Este panorama evidencia la necesidad de impulsar una mayor educación e inclusión financiera.
Al depender únicamente del ahorro tradicional, las personas ven cómo su dinero pierde valor frente a la inflación y sienten que sus esfuerzos económicos no se traducen en progreso. Esta percepción de estancamiento afecta la autoestima financiera y genera frustración, impactando la salud mental.
Silvia Jiménez, directora comercial de Mercado de Valores, explicó que invertir no solo es una decisión financiera, sino un acto de autocuidado. “Invertir es mucho más que colocar recursos en un fondo o en un certificado. Es una manera de tomar control del futuro. Cuando una persona siente que tiene herramientas para construir su patrimonio, gana claridad, propósito y, sobre todo, paz mental”.
El bienestar financiero es una dimensión integral del bienestar general, que se compone del físico, emocional y mental. No se trata únicamente de tener dinero, sino de alinear decisiones financieras con valores y prioridades personales. Cada decisión que tomamos con nuestro dinero representa una conversación entre el presente y el futuro.
“Una mente tranquila se apoya en decisiones financieras conscientes. Invertir conecta el presente con el futuro, reduce la ansiedad y permite construir una vida más estable y libre. El bienestar financiero es una práctica diaria que se refleja en mayor confianza y mejor calidad de vida para las personas y sus familias”, agregó Jiménez.
Según Jiménez, construir bienestar financiero implica tres pilares: educación, valores y prioridades. La educación brinda el conocimiento necesario para tomar decisiones informadas; los valores personales orientan esas metas hacia lo que realmente importa; y las prioridades permiten establecer un rumbo claro en el uso de los recursos. Bajo esta visión, cada gasto, ahorro o inversión se convierte en una herramienta para vivir con mayor estabilidad y coherencia con los propios objetivos de vida.
“Desde Mercado de Valores enfatizamos en que la salud mental incluye lo emocional y también lo financiero. Una mente tranquila se apoya en decisiones económicas responsables, un cuerpo sano se beneficia de recursos bien administrados, y un patrimonio sólido se transforma en fuente de seguridad, no de ansiedad. Promover la cultura de inversión, más allá de los rendimientos económicos, es impulsar un bienestar integral y sostenible para los costarricenses”, indicó Silvia Jiménez.
Así como se buscan herramientas financieras para fortalecer el patrimonio, es válido y necesario buscar apoyo profesional cuando la salud mental se ve afectada. Si una persona atraviesa un momento difícil, pedir ayuda no es una señal de debilidad, sino un paso valiente para recuperar el equilibrio.