La sororidad dentro del equipo ha sido un factor clave para su desarrollo profesional.
Por Revista Summa
El Centro Técnico de Diageo, ubicado en las oficinas en Panamá, se ha consolidado como un espacio de innovación y excelencia en el desarrollo y control de calidad de bebidas icónicas a nivel global. Detrás de cada nuevo lanzamiento, hay un equipo de profesionales comprometidos con garantizar que cada producto cumpla con los más altos estándares. Entre ellos, se destaca la labor de mujeres que han asumido un rol protagónico en este proceso.
Adalía Álvarez lidera la Unidad de Microbiología y es panelista sensorial en el Centro Técnico. Su trabajo abarca desde la evaluación inicial de nuevos productos hasta su validación final antes de llegar a los consumidores. “Mi norte siempre fue trabajar en la industria de bebidas alcohólicas, ya que me atraía la ciencia detrás de la fabricación de los licores que cada día se comercializan en el mundo.”, explica.
Entre sus más recientes proyectos, se encuentra el control de calidad del nuevo Smirnoff Spicy Tamarind, asegurando que el nivel de picante se ajuste a las preferencias de cada mercado. En el caso de México, hubo que ajustar el nivel de picante. Mientras el equipo de Líquidos hizo la adecuación, Adalía se encargó de que el producto cumpla los requisitos de los consumidores sensorial y fisicoquímicamente. “Para ellos [los mexicanos] esto es ‘picosito’. Para personas de El Salvador, Panamá y el resto de los países, se siente a penas se abre la botella”.
Otro de sus aportes clave ha sido la renovación de los corchos del tequila Don Julio. En la búsqueda de una opción más eficiente, la empresa pasó de corcho natural a un material sintético, pero con el tiempo se detectó que podría alterar ligeramente el producto. Esto obligó al equipo a desarrollar un producto que mantenga la calidad del líquido. “La tecnología evolucionó hasta llegar a un material de corcho triturado que no modifica la integridad del producto. Verificamos sensorialmente que no tuviese una interacción con el líquido, que no se perciban notas que no deben sentirse. Para ello, hacemos un análisis fisicoquímico de color para detectar el más ligero cambio”, explica Adalía, licenciada en Tecnología Química Industrial, de la Universidad de Panamá.
Cuenta que el ejercicio sensorial tiene varios pasos y, aunque a veces el volumen de trabajo es alto, por lo que para una nariz y paladar poco entrenados puede ser confuso, los panelistas sensoriales “resetean” sus sentidos con el olor corporal y evitan usar perfumes y cremas que puedan alterar su capacidad para diferenciar aromas y sabores.
El liderazgo femenino en el Centro Técnico de Diageo se extiende a otras áreas. Actualmente, cinco mujeres desempeñan funciones clave en análisis sensorial, etiquetado, análisis fisicoquímico y envases: Astrid Morán, Adalía Álvarez, Jilma Batista y Andrea Hernández.
Aunque ahora está desde otra trinchera en Diageo, también formaba parte del equipo Isela Marie Vega, estudiante de Ingeniería Industrial de la Universidad Santa María La Antigua, quien ingresó como pasante y rápidamente se convirtió en colaboradora permanente en el área de artwork y etiquetado.
Para Vega, la experiencia en Diageo ha sido un aprendizaje constante. “Esta es una empresa que promueve la cultura de retarte a nuevas cosas. No tiene procesos tan rígidos, y eso ayuda a que seas creativo y tengas la oportunidad de explorar diferentes áreas para que puedas crecer”.
En su paso por el Centro Técnico, trabajó en proyectos de alto impacto, como Don Julio Eclipse y la actualización de etiquetas traseras de todas las marcas de tequila para el mercado estadounidense. “Fue un reto enorme, especialmente con las botellas más pequeñas, donde había que organizar la información de manera precisa”, recuerda.
En ese sentido, Isela se unió en la fase final de la actualización de la etiqueta de la botella de Don Julio 1942 de 50 ml. que se entrega en los premios Oscar desde 2024 y que el actor Colman Domingo hizo viral en redes sociales en la última edición de la gala.
Uno de sus proyectos más especiales fue Don Julio Artbox, una edición especial que verá la luz en el verano de 2025 (para Norteamérica) con la colaboración de un artista gráfico mexicano. “Fue un trabajo muy complejo, pero con bastante comunicación y trabajo en equipo lo sacamos adelante. Hubo contratiempos, pero ya todo está listo y fue un gran cierre”, dice Vega, quien recientemente fue promovida a otra posición en Diageo.
Viendo su buen desempeño y su potencial de crecimiento, su jefe en el Centro Técnico la animó para postularse a una vacante interna en el área de Customer Collaboration, enfocada en ventas y suministro, logrando la posición. “En mi corta experiencia, creo que no hay muchas empresas que piensen a futuro en ti o te hagan un plan de crecimiento”, destaca Isela.
La sororidad dentro del equipo ha sido un factor clave para su desarrollo profesional. “Astrid [Morán], sobre todo, me apoyó en todos los proyectos que tuve. Fue una maestra para mí y estoy muy agradecida porque fueron enseñanzas que poco a poco me fueron empoderando”, agrega.
El Centro Técnico de Diageo es un reflejo del talento y liderazgo femenino en la industria de bebidas alcohólicas, muchas de ellas diseñadas y desarrolladas desde Panamá para paladares de todo el mundo. Mujeres como Adalía Álvarez e Isela Marie Vega han demostrado que la excelencia en innovación y calidad no tiene género, sino determinación y pasión por su trabajo. “La oficina siempre está llena de muchas mujeres, y lo mejor es que está llena de mujeres exitosas y en posiciones de liderazgo. Es inspirador”, concluye Isela.