Los colombianos y los ecuatorianos están entre las principales nacionalidades de los migrantes irregulares que atraviesan la selva con destino a Norteamérica.
Por EFE
Un acuerdo entre Panamá y Estados Unidos para repatriar migrantes irregulares que cruzan el Tapón del Darién, vigente desde julio pasado, ha reducido en un 92 % el tránsito por esa selva de ciudadanos ecuatorianos y en un 65 % el de colombianos, dijo este martes la Embajada estadounidense en el país centroamericano.
El acuerdo, suscrito el 1 de julio pasado, contempla la repatriación vía aérea y en base a las leyes panameñas de migrantes irregulares que hayan llegado a Panamá tras cruzar la selva fronteriza con Colombia, con Estados Unidos financiando los vuelos.
«Desde que los vuelos comenzaron, hemos visto una disminución en el cruce de migrantes ecuatorianos y colombianos del 92 % y 65 %, respectivamente, comparado con los meses de agosto y septiembre del año pasado», dijo la Embajada de Estados Unidos en Panamá en un comunicado.
Los colombianos y los ecuatorianos están entre las principales nacionalidades de los migrantes irregulares que atraviesan la selva con destino a Norteamérica. Desde hace varios años la gran mayoría son venezolanos, aunque el plan de deportación no se puede aplicar a ellos dada la suspensión, desde finales de julio, de las relaciones diplomáticas entre Panamá y Venezuela.
Hasta el pasado 13 de octubre, 274.444 viajeros irregulares han llegado a Panamá a través de la jungla, un 36,5 % menos que los 432.211 registrados en el mismo lapso de 2023, de acuerdo con las estadísticas panameñas.
Casi 800 deportados en 19 vuelos
Unos 787 migrantes han sido deportados en 19 vuelos financiados por 1.140.846 dólares por EE.UU. en operaciones aéreas ejecutadas por Panamá «para deportar o expulsar migrantes irregulares que no cuenten con las bases legales para permanecer en el país», señaló este martes un comunicado de la legación diplomática estadounidense.
La financiación estadounidense «cubre el pasaje de los deportados, escoltas, traductores, entre otros gastos relacionados», de acuerdo con la información oficial.
«El primer vuelo bajo este programa se realizó el 20 de agosto de 2024 y el más reciente se realizó el pasado 19 de octubre. En los primeros tres meses del plan piloto, se han deportado o expulsado personas en vuelos charter a Colombia, Ecuador e India. Además, cuatro migrantes irregulares fueron retornados en vuelos comerciales a Afganistán, Pakistán, Rusia y Turquía», añadió.
Los migrantes irregulares deportados o expulsados, algunos de ellos con notables antecedentes penales, fueron procesados según la ley migratoria de Panamá, siguiendo acuerdos internacionales de protección a migrantes, dijo la legación diplomática.
La embajadora de Estados Unidos en Panamá, Mari Carmen Aponte, dijo que «Panamá es un estrecho aliado de Estados Unidos y prueba de ello es que fue el primer país en tener un entendimiento de este tipo con nosotros».
El objetivo, según la misión diplomática estadounidense, «es destacar que los migrantes irregulares pueden ser devueltos a sus países, aunque logren cruzar la peligrosa selva de Darién».
De igual manera, la fuente diplomática remarcó que la migración irregular «solo beneficia al crimen organizado, que lucra con la necesidad de las personas, sin importarles si los migrantes mueren en el camino».
Panamá y EE.UU. firmaron este acuerdo el 1 de julio pasado para devolver a migrantes que atraviesen el Darién, que vive una crisis por el flujo migratorio, y para el que el Departamento de Estado destinó 6 millones de dólares al Departamento de Seguridad Nacional del país norteamericano para financiarlo.