El presidente dijo que tiene como prioridad reactivar la alicaída economía de Panamá, que este año crecerá entre un 2,5 % y un 3,5 %, frente al 7,3 % del 2023.
Por EFE.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, advirtió este jueves que ante la situación «crítica» de la economía panameña, se producirá una «contención del gasto público importante», aunque anotó que eso no supondrá una contención en el gasto de inversión, sino de operaciones.
«No estamos en una situación económica boyante (…) La situación es crítica, porque lo es, no voy a mentir (…) viene una contención del gasto público importante que explicará el Gabinete», afirmó Mulino en la primera de las ruedas de prensa periódicas que espera dar todos los jueves.
El mandatario, que llegó al poder el pasado 1 de julio, anotó sin embargo que «contención del gasto público se refiere en cuanto a gastos de operaciones, no en cuanto a inversión, eso que quede bien claro».
Así, entre otras medidas, se está reduciendo el exceso de trabajadores en las instituciones, «hay gente que nunca apareció por aquí pero sí cobró», o se están devolviendo a empresas de alquiler «más de 400» vehículos que se tenía para uso del personal, o por ejemplo retirar la protección a individuos que no deberían tener ese servicio.
Esta situación económica que ha recibido del Gobierno anterior, señaló, no la planteará «como una excusa para no hacer»: «Yo borré al Gobierno anterior de mi vocabulario».
Mulino ya había adelantado desde su toma de posesión que recibió un país con una finanzas públicas en un estado «preocupante», con una deuda cercana a los 50.000 millones, déficit fiscal y una crisis de empleo de calidad, pero aseguró que cuenta con la voluntad y el equipo para salir adelante, sin negar que ello conllevará sacrificios.
El presidente dijo que tiene como prioridad reactivar la alicaída economía de Panamá, que este año crecerá entre un 2,5 % y un 3,5 %, frente al 7,3 % del 2023, una ralentización atribuida sobre todo a la crisis hídrica que obligó a restringir el paso de buques por el canal interoceánico y al cese de operaciones por orden judicial de una gran mina de cobre, de capital canadiense, y que representaba cerca el 5 % del Producto Interno Bruto (PIB).