Dos fincas productoras impulsan sus negocios de producción de café con el apoyo financiero del BN.
Por Revista Summa
Ser reconocidos como el mejor café de Costa Rica y ubicarse entre los más destacados del mundo es un logro muy significativo para la comunidad de Santa María de Dota. Por su compromiso con la calidad, la innovación y la sostenibilidad, Roger Ureña Hidalgo, propietario de Finca Santa Teresa y Ricardo Calderón e hijos, propietarios de la marca Café don Cayito, ambos clientes del Banco Nacional (BN), ganaron el primer lugar en la reciente edición del prestigioso certamen internacional Taza de la Excelencia de Café 2024.
Un reconocimiento que no solo transforma vidas, sino que también impulsa el turismo y genera empleo para la economía local.
Ricardo Calderón e hijos – Café Don Cayito obtuvo el primer lugar en la categoría de mieles y naturales. En 1974, en la finca La Granadilla, comenzó su historia de éxito cuando sembró sus primeras 300 plantas de café Arábigo de porte alto. Desde ese momento su empresa ha crecido y ganado en múltiples ocasiones el prestigioso primer lugar en la Taza de la Excelencia, incluido el récord mundial de precio en 2018.
La introducción de variedades como el Geisha, ha resultado en un impacto significativo en las ventas nacionales e internacionales y también ha impulsado el turismo en Santa María de Dota. Su éxito también se mide en la generación de empleo, con 200 recolectores en época de cosecha y 30 empleos permanentes, todo esto con el apoyo del BN.
“En 2009 emprendimos la aventura de procesar nuestro propio café para agregarle más valor. Ganar la Taza de la Excelencia en 2011 nos abrió las puertas al mercado internacional y nacional. Innovamos al sembrar la variedad Geisha y con esfuerzo y constancia, volvimos a ganar en 2018, estableciendo récord mundial. Gracias al apoyo del Banco Nacional, expandimos nuestras fincas y mejoramos nuestros procesos. Mi mayor inspiración es seguir innovando en nuevas variedades de café para ofrecer siempre la mejor tasa posible”, indicó Ricardo Calderón.
Róger Ureña Hidalgo – Finca Santa Teresa obtuvo el primer lugar en la categoría de cafés lavados. Con más de 45 años dedicados al cultivo del café, él transformó una antigua lechería en un próspero micro beneficio que ahora procesa toda su cosecha. Este logro representa no solo una recompensa por décadas de trabajo arduo, sino también un compromiso renovado con la calidad y la sostenibilidad ante el desafío del cambio climático. También es propietario de Amarinta Cafetería & Coffe Shop en Santa María de Dota.
“Este premio significa mucho para nosotros. Es el resultado del esfuerzo de muchos años y nos motiva a seguir mejorando. Además, es un reconocimiento para toda nuestra comunidad de Dota, que nos posiciona en el mercado mundial y atrae nuevos compradores en busca de cafés excepcionales. El BN ha sido nuestro gran aliado y apoyo en este crecimiento y éxito”, expresó Róger Ureña.
El consumo de café de especialidad está en auge a nivel nacional, con un notable incremento en la apertura de cafeterías especializadas. Las nuevas generaciones muestran un creciente interés en la producción de café y en capacitarse como baristas.
La sostenibilidad se ha convertido en un factor clave para asegurar el futuro del café costarricense, ya que las decisiones de consumo a nivel mundial muestran preferencia por métodos de cultivo y producción que respeten el medio ambiente.
“En el BN estamos comprometidos con ofrecer servicios financieros de calidad y apoyar iniciativas que contribuyan al desarrollo de negocios sostenibles en las comunidades. Nos llena de orgullo y alegría saber que dos de nuestros clientes de la zona de Santa María de Dota pudieron hacer realidad sus sueños de levantar fincas productoras de café en las que hoy se pueden encontrar granos de calidad mundial. Historias como las de estos dos productores son nuestra motivación para seguir acompañando a nuestros clientes a que hagan realidad sus sueños”, indicó Adrián Salazar, subgerente general Comercial del BN.
La Taza de la Excelencia 2024 es un concurso internacional que selecciona los mejores cafés producidos y catados en Costa Rica, organizado por la Asociación de Cafés Finos con el apoyo del Instituto del Café de Costa Rica (ICAFE).
Este reconocimiento les permite presentarse a una subasta electrónica donde participan los cafés ganadores de diferentes países. En dicha subasta participan compradores de café de alta calidad mundial que buscarán ofrecer precios más altos por estos lotes, pues los galardones funcionan como una certificación internacional de alta calidad para este producto.