En julio del 2023 el gobierno de Estados Unidos designó a Costa Rica como su primer aliado estratégico en el mundo dentro el marco de la Ley de Chips[1] y Science Act de 2022.
Por Esteban Durán Monge y María Santos Pasamontes, equipo de investigación de HIPATIA
La industria de semiconductores o microchips impacta muchos sectores, entre ellos, los relacionados con las TIC, la industria automotriz y, más en general, la manufactura incluyendo los dispositivos médicos. Su importancia ha venido en aumento debido a avances tecnológicos en los vehículos eléctricos, el internet de las cosas, la inteligencia artificial y la automatización, a tal punto que hoy se la entiende como la “columna vertebral” de la economía mundial (Comex, 2024a). De esta manera, además, los semiconductores inciden en múltiples aspectos de la vida cotidiana.
En julio del 2023 el gobierno de Estados Unidos designó a Costa Rica como su primer aliado estratégico en el mundo dentro el marco de la Ley de Chips[1] y Science Act de 2022. Esta designación da acceso a nuestro país a fondos para el fortalecimiento de la cadena de suministro de la industria de semiconductores en el país. Es una gran oportunidad que, de ser bien aprovechada, le permitiría consolidarse como un destino idóneo para inversiones ligadas al sector y en un potencial centro regional de investigación, manufactura y desarrollo (Comex, 2024a). Ello a su vez generará nuevas oportunidades de empleos de buena calidad y por esa vía, podrá contribuir al desarrollo social y económico del país.
Lograr ese objetivo dependerá del cumplimiento de una serie de condiciones de infraestructura, clima de negocios y talento humano. Dentro de esta última destaca la disponibilidad de recurso humano calificado, tanto a nivel profesional como técnico.
Un estudio del Programa Estado de la Nación (PEN), patrocinado por COMEX-Procomer, analizó el perfil de los egresos de la Educación y la Formación Técnico Profesional (EFTP)[2] para el periodo 2014-2022. De un total de más de 380 mil personas graduadas, se encontró que el 14% se corresponde con los perfiles requeridos por la industria[3] y esos perfiles evidencian una rápida tendencia al alza, pues muestran un ritmo promedio anual de expansión del 19% (gráfico 1).
Hay notables diferencias por género. Mientras que el 20% de los hombres se graduaron con perfiles de interés para la industria de semiconductores, solo el 10% de las mujeres se gradúa en esos campos. No obstante, un hallazgo positivo es que los egresos de ellas crecen a un ritmo por encima de la tasa general para los campos evaluados (34% comparado con el promedio general de 19%).
Gráfico 1
Egresos de la EFTP en campos de alta demanda por la industria de semiconductores. 2014-2022 (absolutos)
Carreras técnicas de alta demanda
Fuente: Durán-Monge, Santos y Rojas-Godínez, 2023.
La creciente importancia de perfiles laborales asociados con la industria de semiconductores en Costa Rica puede también observarse cuando se examina la graduación de profesionales universitarios. Esta tendencia pudo determinarse gracias a otra base de datos del PEN-Conare que específicamente registra las personas que obtuvieron uno o más títulos en las llamadas carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingenierías y Matemática), que cubre el periodo 2000-2022.
En efecto, se encontró que el talento profesional en las disciplinas que más demanda el sector de semiconductores[4] va en aumento (gráfico 2), a una tasa promedio anual del 8,3%. Sin embargo, prevalecen los grados académicos más bajos, pues el 66% son Bachilleratos universitarios, y hay una exigua presencia de posgrados que, además, tiende a la baja. Estos hallazgos evidencian debilidades de la oferta educativa universitaria que podrían comprometer una eventual trayectoria de ascenso a los segmentos de mayor sofisticación tecnológica en la cadena global de valor a nivel de productos y procesos.
Gráfico 2
Talento profesional graduado en disciplinas más requeridas por la industria de semiconductores y en otras áreas de Ciencia y Tecnología. (absolutos y porcentajes)
Fuente: Durán-Monge, Santos y Rojas-Godínez, 2023.
Otra investigación del PEN-Conare analizó la distribución territorial del talento profesional con base en técnicas de estadística espacial, a fin de localizar las zonas del territorio nacional que poseen una alta acumulación de profesionales en estas áreas clave. Se trata de zonas con condiciones habilitantes que podrían contribuir a la promoción, atracción y consolidación de inversión privada para la industria de semiconductores en estas zonas.
El estudio identifica siete (7) focos o zonas que concentran competencias profesionales en las disciplinas más demandadas por la industria (mapa 1). Si bien, el foco que aglutina la mayor proporción del talento es el “Central”, es importante destacar que 5 de esas zonas se ubican fuera de la GAM. Entre ellos, se distingue “Occidente del Valle Central” por tratarse del foco fuera de la GAM con la densidad de profesionales por mil habitantes más alta, el talento más calificado, y adicionalmente, en su mayoría (52%) se trata de talento joven con 35 años o menos.
Mapa 1
Focos de profesionales en disciplinas más demandadas por la industria de semiconductores. 2000.2022
Fuente: Durán-Monge, Santos, y Aragón, 2023.
La alta concentración de talento profesional en la GAM converge con una correlativa concentración territorial de la oferta de la educación superior en esas carreras. El 40% de esa oferta académica se ofrece allí. No obstante, otras zonas del país en las que las universidades ofrecen esas opciones también se benefician, pues allá donde esta oferta está presente, igualmente hay convergencia con focos o zonas con presencia de talento profesional (mapa 2.A). En el otro extremo (mapa 2.B), las zonas más rezagadas, ubicadas fundamentalmente en las regiones costeras y fronterizas, evidencian una menor presencia de sedes universitarias que ofrecen estas carreras. Este hallazgo es instrumental para llamar a una articulación de esfuerzos institucionales dirigidos a gestionar un desarrollo territorial más inclusivo.
Mapa 2
Distribución de zonas de fortalezas y rezagos de talento profesional en disciplinas más demandadas por la industria de semiconductores y ubicación de sedes de universidades que ofrecieron dichas carreras en el año 2022.
Fuente: Durán-Monge, Santos, y Aragón, 2023.
Aumentar significativamente en el corto plazo la oferta de profesionales especializados y su distribución territorial no es una opción factible para el sistema educativo. La creación de nuevas oportunidades académicas, la captación de personas interesadas y la culminación de los planes de estudio son asuntos que llevan tiempo. Se hace necesario pensar en estrategias que permitan enfrentar esta situación.
Una alternativa es recurrir de manera complementaria a un valioso, pero poco utilizado, acervo de profesionales con que cuenta el país: la diáspora científica costarricense, compuesta por científicas, médicos, agrónomos e ingenieras costarricenses residentes en el extranjero. La última consulta a esta comunidad que anualmente hace el PEN-CONARE arrojó que un 43% la conforman profesionales con posgrado en áreas ingenieriles altamente demandadas por esta industria (HIPATIA 2024a).
No obstante, atraer a este talento no es una tarea sencilla. Requiere adaptar las políticas migratorias nacionales, así como implementar condiciones e incentivos que resuelvan retos pendientes de cara tanto a su reinserción como al fortalecimiento del ecosistema nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. La infografía “¿Por qué no regreso a Costa Rica?” publicada por el PEN-CONARE resume algunos de estos retos, entre los cuales destaca la importancia de contar con políticas eficientes que incentiven la I+D dirigida a necesidades específicas tanto del país como de la industria, lo que a su vez contribuiría a crear más oportunidades laborales para profesionales en Ciencia y Tecnología de alto nivel (HIPATIA, 2024b).
Aprovechar las oportunidades que se le presentan al país para generar empleo de calidad y por esa vía mayor bienestar, implica atender una serie de desafíos que requieren de una articulación interinstitucional para aumentar en cantidad y calidad la masa crítica de talento calificado con un sentido de urgencia. Entre ellos, será medular generar programas de orientación vocacional desde la primera infancia hasta la educación superior, crear nuevos programas técnicos relacionados a la industria, promover el financiamiento de programas de formación con enfoque de género en temas especializados en semiconductores, impulsar la creación de programas de educación continua, actualizar de manera constante la malla curricular a fin de poder satisfacer el capital humano con las competencias duras y blandas que requieren las empresas, entre ellas, el bilingüismo (Comex, 2024b). Superar estos retos implica que Costa Rica tome medidas estratégicas para lograr un involucramiento de todo el sistema educativo a nivel integral.