Dos recaudaciones de fondos anteriores permitieron sembrar cerca de 5 mil árboles en la zona norte.
Por Revista Summa
Distintas carreteras y rutas nacionales del GAM serán remozadas gracias a la colaboración de los clientes de EPA que donaron al programa “Ayudar es Sencillo” para apoyar a la iniciativa Huella del Futuro.
En tres meses de campaña se lograron recaudar US$43,300 los cuales serán utilizados para sembrar árboles en el Gran Área Metropolitana (GAM).
Con el monto se podrán sembrar y mantener por 5 años 2.886 árboles florales y autóctonos de porte bajo como roble sabana y corteza enana. La selección de los árboles está pensada para evitar que afecten la visibilidad de los conductores y el tendido eléctrico.
Los árboles se sembrarán a la altura del peaje San José-Santa Ana, en las cercanías del Conservatorio Castella y en Circunvalación Norte-Tibás (Ruta 39).
Las unidades ejecutoras a cargo de la siembra y el mantenimiento de los árboles son organizaciones que estarían cerca de los proyectos, ya que Huella del Futuro busca velar por la seguridad y compromiso de cada reforestación. Además, se priorizará de que estén a cargo de mujeres jefas de hogar principalmente.
“Agradecemos a los clientes que donaron en nuestras cajas para apoyar esta iniciativa que además de mejorar el paisaje urbano busca contribuir con el planeta y generar empleo. Estos árboles se van a sembrar mediante jornadas de voluntariado”, señaló Andrea Aguilar, jefa de Iniciativa Comunitaria de EPA.
Por su parte, Víctor Sequeira, coordinador del Programa Huella del Futuro de la Fundación Banco Ambiental, mencionó que “estas campañas han contribuido a la reforestación y restauración de ecosistemas y conservación de especies nativas. El objetivo principal es reverdecer áreas cercanas a las autopistas para transformar el paisaje urbano, considerando los efectos ambientales generados por el desarrollo de infraestructura vial”.
Sobre la iniciativa Huella del Futuro
Creada en el 2020 en marco de la celebración del bicentenario de independencia de Costa Rica, con el objetivo de reverdecer la Zona Norte, mediante la siembra de árboles nativos como medida de apoyo para las personas afectadas por la pandemia en particular a mujeres.
El programa busca mejorar los medios de vida de personas vulnerables en Costa Rica mediante la rehabilitación de paisajes y ecosistemas mediante la siembra y el mantenimiento de árboles en el territorio nacional. La iniciativa pretende contribuir al aumento de la cobertura forestal en un 60% para el año 2030, así como combatir los efectos negativos del cambio climático.