Hogares con ingresos en dólares han visto reducido su poder adquisitivo al encarecerse los bienes y
servicios que consumen en moneda local.
Por Revista Summa
Una de las consecuencias indirectas de la reducción del tipo de cambio en el último año casualmente tiene que ver con deudores y ahorrantes en colones. La intensa caída en los niveles de inflación en el último año estuvo apoyada por la apreciación de la moneda local y el abaratamiento relativo del dólar.
Lo anterior ha permitido al Banco Central de Costa Rica (BCCR) reducir su Tasa de Política Monetaria (TPM) desde el 9% al 5,75% en el último año, lo que significa un alivio parcial para las cuotas de los créditos en colones, pero también un menor retorno para los ahorrantes en moneda local, ya que la caída en las tasas les perjudica en alguna medida.
“Para los hogares que tienen sus ingresos en dólares, la apreciación del colón encarece el precio de los bienes y servicios del país, reduciendo el poder adquisitivo de estas familias. La reducción del tipo de cambio ha permitido bajar la inflación en los productos y servicios importados a la economía, especialmente combustibles y alimentos, lo que a su vez ha contribuido a la reducción de las tasas de interés en colones observadas durante el último año”, explicó Javier Cortés, estratega de inversiones de
BN Valores.
¿Cómo aprovechar la baja del dólar?
En general, es un momento favorable para la compra de bienes en moneda extranjera por parte de quienes reciben sus ingresos en colones, especialmente bienes duraderos que en ocasiones no se ajustan tan rápido ante variaciones en el tipo cambio, como, por ejemplo, automóviles o algunos aparatos electrónicos como computadoras.
“También, los niveles reducidos de tipo de cambio favorecen el ahorro en moneda extranjera, porque las personas aprovechan el precio para comprar dólares. Sin embargo, esto es recomendable solo para ahorrantes de mediano o largo plazo, que tienen mayor oportunidad de sacar provecho en el futuro ante eventuales episodios de aumento del tipo de cambio”, amplió Cortés.
Por otro lado, a pesar de que las condiciones actuales puedan parecer propicias para endeudarse en moneda extranjera, es importante que quienes mantienen sus ingresos en moneda local lo eviten, principalmente para deudas de mayor plazo con el fin de que en el futuro se presenten variaciones indeseadas en las cuotas de los préstamos, que lleguen a comprometer la capacidad de pago de las personas.
Sobre las perspectivas del comportamiento del tipo de cambio del dólar para el primer semestre del 2024, no se descartan nuevas presiones hacia la baja en el corto plazo, conforme se extiende la temporada alta de turismo e inicia el pago de impuestos relevantes. En caso de que se presente este escenario, la apreciación adicional debería ser moderada, siempre y cuando el BCCR continúe absorbiendo los excesos de dólares en la economía.