Criticó las reglas de la OMC que prohíben que los países pongan como condición a las inversiones que éstas incorporen valor agregado al producto que se explota antes de su exportación.
Por EFE.
Ciertas reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) deben ser revisadas porque se adoptaron hace décadas en un mundo muy distinto al de hoy y se han convertido en un obstáculo para el desarrollo industrial de los países de renta media y baja, dijo la jefa de la agencia de Naciones Unidas para el comercio y el desarrollo (UNCTAD), Rebeca Gryspan.
Actualmente, esas normas comerciales «evitan que los países en desarrollo puedan tener una política industrial aceptable», sostuvo en una entrevista con EFE en el marco de su participación en el Foro Económico Mundial de Davos.
Concretamente, criticó las reglas de la OMC que prohíben que los países pongan como condición a las inversiones que éstas incorporen valor agregado al producto que se explota antes de su exportación.
«Ese es un problema porque entonces cómo se puede tener una política para subir en la escala tecnológica y dejar de exportar solo materias primas», reflexionó.
Indonesia -comentó- es ejemplo de un país que decidió cambiar las cosas y condicionó la explotación de níquel por parte de inversores extranjeros a que hubiese valor agregado, razón por la que fue llevado a un proceso de arbitraje en la OMC, que, por otro lado, ha quedado trunco ya que su órgano de apelaciones no funciona desde hace años.
Mientras esto ocurre con los países en desarrollo, Grynspan recordó que los países ricos tienen políticas industriales que generan progreso, pero a base de subsidios que los países pobres no se pueden permitir.
«Lo que yo quiero decir es que si uno quiere cumplir con las reglas, esas reglas tienen que posibilitar una política para que los países en desarrollo salgan de la trampa de la dependencia de las materias primas y por eso creo que, al menos, hay que empezar a crear consciencia de que esas reglas deben ser revisadas», dijo la respetada economista.
Economía Latinoamericana
Analizando las perspectivas económicas de Latinoamérica, Grynspan -quien estuvo varios años al frente de la Secretaría Iberoamericana y fue segunda vicepresidenta de Exteriores de su país, Costa Rica- sostuvo que cuando más ha progresado la economía de la región ha sido en épocas de buen crecimiento del comercio y de las inversiones, pero ambos progresan ahora a un ritmo muy lento.
Para la responsable de la UNCTAD, el motor alternativo de crecimiento para Latinoamérica está en la transición energética, ya que tiene materias primas esenciales para este proceso y una matriz energética «mucho más renovable y limpia, que puede ofrecer al resto del mundo».
Agregó que la contención de la inflación que se ha observado en 2023 en la mayoría de países latinoamericanos es algo positivo y consideró que «no es razonable» el discurso de los bancos centrales de que la inflación no puede ser mayor al 2 %.
Consideró que un 4 % «es aceptable», aunque reconoció que esto depende de la tasa de inflación media en el resto del mundo: «El problema aquí no es solo la inflación que tú tienes, sino también cómo te mueves con respecto al resto de la economía internacional, pero evidentemente la región está en la dirección correcta».
Agregó que ahora lo importante es que los bancos centrales que rigen la economía global «no se pongan impacientes» en relación a bajar la inflación porque si es así «tenemos un problema».
Argentina con Milei
Sobre el periodo que se abre para la economía de Argentina con la llegada de Javier Milei al poder, Grynspan aseguró que aunque «en términos generales no me puedo referir al caso argentino, pero puedo decir que las políticas que logran mayor sostenibilidad son aquellas que entienden cuál es el papel que cada sector tiene que jugar».
«Un país necesita un sector público eficiente y un sector privado activo porque hay cosas que el sector privado no puede hacer y mucho de lo que hace el sector público es complementario a lo que necesita el sector privado», dijo, frente a un Milei que en el Foro de Davos ha defendido la completa inutilidad del Estado y afirmado que los empresarios son los únicos benefactores de las sociedades.