¿Cómo la simplificación tecnológica impulsará el desarrollo empresarial en 2024?
Por Revista Summa
En el actual escenario tecnológico, los líderes de Tecnologías de la Información (TI) se enfrentan al desafío de gestionar una amplia variedad de tecnologías y garantizar su exitosa implementación para usuarios que buscan experiencias sencillas.
En Costa Rica, un informe reciente del Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) resalta que solo el 42% de las empresas ha implementado la computación en la nube. Es decir, 6 de cada 10 compañías costarricenses continúan sin tener acceso a esta tecnología.
En esta situación complicada, es crucial generar esfuerzos para que las organizaciones, sobre todo las más pequeñas o las que están fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM), comprendan las distintas herramientas tecnológicas que pueden utilizar para tener mayores oportunidades de desarrollo.
De esta manera, la simplificación de la infraestructura tecnológica se convierte en un elemento esencial para demostrar los beneficios de la colaboración entre diversas tecnologías, aplicaciones y redes. Sin embargo, este proceso presenta desafíos, riesgos y, al mismo tiempo, oportunidades de mejora.
“Optimizar la infraestructura tecnológica se traduce en mejorar la eficiencia y organización empresarial. De lo contrario, no solo incurrimos en gastos innecesarios, sino que también corremos el riesgo de perder oportunidades valiosas. Este enfoque implica la necesidad de simplificar no sólo la implementación de nuevas tecnologías, sino también los sistemas heredados”, señaló Joshua Sibaja, gerente de cuentas del sector público de Cisco.
En este sentido, Cisco propone recomendaciones para simplificar la infraestructura de TI y mejorar la eficiencia operativa y la experiencia de clientes y personal interno:
- Realizar un análisis exhaustivo de la infraestructura actual y evaluar la compatibilidad con sistemas heredados.
- Adoptar soluciones de integración, desde un enfoque práctico, que aseguren una transición sin problemas y, a su vez, brinden valor durante la gestión de cambio.
- Maximizar el valor y la eficiencia operativa en sistemas antiguos y nuevos, evitando redundancias y optimizando recursos.
- Identificar y eliminar plataformas heredadas costosas, buscando alternativas más eficientes.
- Incorporar a los clientes en el diseño de experiencias para guiar el desarrollo de productos y servicios según sus necesidades y preferencias, facilitando la interacción con los sistemas.
- Utilizar tecnologías innovadoras, como la inteligencia artificial (IA), para simplificar operaciones y mejorar la eficacia en tareas prioritarias.
- Gestionar los riesgos asociados con cambios rápidos, considerando tanto el valor comercial como la estabilidad de los sistemas.
- Consolidar datos en entornos seguros y compatibles con regulaciones de privacidad, contemplando la migración a soluciones en la nube cuando sea apropiado.
- Fomentar la colaboración estrecha entre equipos de TI y negocios para tomar decisiones informadas.
- Establecer un ciclo de evaluación continua para ajustes necesarios en la infraestructura de TI.
“A la hora de simplificar la tecnología, la clave está en repensar y no en reemplazar por completo. Desde las interacciones con los clientes hasta los sistemas internos, el secreto está en modernizar los métodos tradicionales. La verdadera recompensa: experiencias unificadas que conectan clientes y equipos, donde tecnologías, aplicaciones y redes trabajan como una sola entidad”, puntualizó Sibaja.