El sector inmobiliario chino atraviesa una crisis de liquidez cuyo máximo ejemplo hasta ahora es la situación de Evergrande.
Por EFE
El Banco Mundial rebajó en un informe el crecimiento de China al 4,4 por ciento para 2024, en contraste con el 4,8% que anticipó en su último pronóstico de abril, en parte debido a la debilidad del sector inmobiliario.
En un informe publicado este lunes sobre los países en desarrollo de Asia Oriental-Pacífico, que incluye entre otros a China, naciones del Sudeste Asiático e islas del Pacífico, la entidad multilateral mantiene el mismo pronóstico que en abril para el crecimiento del PIB de China en 2023 (5,1 por ciento), pero rebaja la previsión para 2024.
El banco cita en particular el fin de los beneficios de la reapertura pos-covid, la elevada deuda y la debilidad del sector inmobiliario, así como el envejecimiento de la población de la segunda economía mundial, que advierte que actuarán como un lastre para el país y la región.
El sector inmobiliario chino atraviesa una crisis de liquidez cuyo máximo ejemplo hasta ahora es la situación de Evergrande, el gigante inmobiliario que lucha por sacar adelante un plan de reestructuración mientras su fundador y presidente, Hui Ka-yan, se encontraría en principio bajo arresto domiciliario.
Como muchas otras promotoras chinas, desde el ‘boom’ inmobiliario de finales de los 90 Evergrande dependía en buena medida de altos niveles de apalancamiento (usar deuda para financiar operaciones) y de ventas sobre plano para seguir sacando adelante sus promociones.
El crecimiento de China en el pasado, indica el Banco Mundial en su informe, ha estado movido en gran parte por la inversión en infraestructura y en propiedades, y ha dejado a firmas y gobiernos locales «engullidos por deudas».
El país busca ahora «nuevos impulsores de crecimiento basados en el consumo y la innovación para evitar los problemas inherentes del viejo modelo», añade la entidad, advirtiendo que la «transición está resultando difícil».
«Algunas decisiones sobre políticas y cambios han exacerbado la incertidumbre para los consumidores y los inversores, lo que ha hecho que se pierda confianza, en parte debido a la caída de los precios de las propiedades, el aumento del endeudamiento y las implicaciones del envejecimiento», añade.
En general, el BM rebajó la previsión de crecimiento de los países en desarrollo de Asia Oriental y el Pacífico al 5 por ciento este año y al 4,5 por ciento en 2024, en comparación con lo pronosticado en abril (5,1 por ciento en 2023, y 4,8 por ciento en 2024), debido en parte a China.