El administrador del canal destacó hoy en su comparecencia ante los medios que «terminada esta crisis de agua, eventualmente el canal de Panamá regresará a sus operaciones normales.
Por EFE
El administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Ricaurte Vásquez, aclaró este lunes que en la vía acuática el máximo de buques en espera ha sido de 163 y no 200 como se llegó a afirmar, pero reconoció que esta ha sido la crisis «más severa» por la falta de agua para el paso de buques.
«En el canal de Panamá nunca ha habido 200 buques en espera, en el canal el máximo de buques en espera (para transitar la vía) fue de 163 el 9 de agosto» de 2023, indicó Vásquez en una rueda de prensa en un afán, dijo, de poner en perspectiva «cuál es la realidad y qué es lo que se ha dicho».
Los problemas de la variabilidad climática, el fenómeno de El Niño y la falta de lluvias han incidido en esta condición actual por la que atraviesa el canal interoceánico, «la más severa con el canal ampliado», afirmó.
Sin embargo, Vásquez remarcó que el canal de Panamá, el único en el mundo que se nutre de agua dulce para operar, «jamás ha suspendido operaciones en esta crisis».
Vásquez explicó que cuando se está en temporada alta «el promedio de buques en espera es 120», mientras en temporada baja «la fila de espera para entrar al canal de Panamá es de 72», y dijo que la capacidad de la vía «en condiciones normales es 36».
De acuerdo con el administrador de la ACP, en promedio «hay entre día y medio y dos días de buques esperando por tránsito», por lo que reconoció que «efectivamente» existe «un congestionamiento con más buques que quieren transitar que la capacidad que tiene el canal» para ello.
Desde el pasado 31 de julio el canal, una ruta relevante del comercio mundial que mueve cada año de 500 a 510 millones de toneladas de carga, redujo de un máximo de 38 a 32 el número de buques que lo cruzan a diario.
Esta medida se sumó a una reducción escalonada del calado hasta los actuales 44 pies.
La sequía llevó a la Autoridad del Canal de Panamá a la reducción del calado y de los tránsitos de buques diarios para ahorrar agua, generando un atasco en ambas entradas de la vía que ha tenido eco global.
Esta congestión, que el canal gestiona con medidas como una modificación en el sistema de reservas, está aumentado costos de transporte y retrasando envíos, con un impacto en el comercio mundial.
El administrador del canal destacó hoy en su comparecencia ante los medios que «terminada esta crisis de agua, eventualmente el canal de Panamá regresará a sus operaciones normales, y seguirá siendo la ruta más eficiente del movimiento de carga».
«Nosotros consideramos que, dure esto 6 meses, 12 meses, 8 meses, es una condición de corto plazo, pero que al final el mercado va a reajustarse para regresar al canal de Panamá porque es la ruta más eficiente», remarcó.