Un líder ético construye puentes sólidos de confianza con empleados, clientes e inversores.
Por Ana María Navarro, CEO de Liderazgo Integral Transformacional (LIT)
En el mundo empresarial moderno, donde las decisiones pueden tener repercusiones instantáneas y de largo alcance, la ética en el liderazgo emerge como un pilar insustituible. Es una herramienta que no solo fortalece la cultura organizacional, sino que también cimienta la confianza, tanto interna como externamente. Debido a decisiones como las de Volkswagen en el escándalo de emisiones o las prácticas poco éticas de la industria farmacéutica, que han demostrado tener repercusiones catastróficas, la ética en el liderazgo emerge como una necesidad más que como una opción.
La Confianza y Reputación en Juego
Un líder ético construye puentes sólidos de confianza con empleados, clientes e inversores. Este tipo de liderazgo se refleja en decisiones fundamentadas en principios éticos, que terminan por consolidar una reputación corporativa envidiable. Pero no se trata solo de apariencias; se trata de generar un clima laboral donde la integridad y el respeto predominen, fomentando la colaboración y el compromiso genuino.
Por ejemplo, la crisis de confianza que vivió Starbucks en 2018, cuando dos hombres afroamericanos fueron arrestados injustamente en una de sus tiendas en Philadelphia, mostró cómo una acción no ética puede afectar a una marca en un instante. Sin embargo, el liderazgo de Starbucks respondió con ética, cerrando sus tiendas para una capacitación sobre prejuicios raciales y trabajando para restaurar la confianza de sus clientes.
Más Allá de lo Financiero
Mientras que la sostenibilidad financiera es crucial, un líder ético ve más allá. Reconoce la necesidad de tomar decisiones que ponderen también las repercusiones sociales y medioambientales. Este enfoque evita las soluciones de corto plazo, que, aunque pueden parecer beneficiosas en el momento, a menudo traen consecuencias negativas en el futuro.
Patagonia es un ejemplo brillante en este aspecto. La empresa de ropa outdoor donó su reembolso completo de impuestos corporativos de 10 millones de dólares en 2018 a grupos de defensa del medio ambiente. La compañía entiende que, sin hermosos espacios naturales, no tendrá sentido vender ropa para aventureros. Este tipo de decisiones, más allá del retorno financiero inmediato, construye una marca y reputación sólida.
La Era de la Responsabilidad Social
Hoy más que nunca, la responsabilidad social corporativa y la ética son principios que la sociedad valora y demanda. Las empresas que adoptan prácticas sostenibles y socialmente responsables, bajo el ala de un liderazgo ético, ganan la lealtad de sus clientes, algo invaluable en el mercado actual.
Empresas como TOMS, que dona un par de zapatos por cada par vendido, demuestra cómo un modelo de negocio con responsabilidad social puede ser tanto rentable como beneficioso para la comunidad.
Navegando las Tensiones del Negocio
Es innegable que las empresas enfrentan constantes tensiones, ya sea por presiones financieras, expectativas de rentabilidad, competencia feroz o demandas de clientes. Estas tensiones pueden tentar a las organizaciones a desviarse de su brújula ética. Sin embargo, el desafío del líder ético es reconocer estas presiones y equilibrarlas con decisiones que reflejen integridad. El foco debe ser siempre a largo plazo, pensando no solo en los resultados inmediatos, sino en la salud y sostenibilidad futura del negocio.
La historia de LEGO nos da una lección valiosa. A pesar de su éxito inicial, enfrentaron tensiones financieras en la década de 2000. Sin embargo, a través de una firme adhesión a sus valores y una revisión de sus estrategias, pudieron recuperarse y seguir siendo una empresa icónica.
Comunicación y Coherencia
Para que la ética permeé toda la organización, los líderes deben ser transparentes. Es fundamental comunicar el propósito, valores y principios de la empresa, estableciendo desde la cúspide un tono que priorice la integridad en todo momento.
El famoso escándalo de United Airlines en 2017, donde un pasajero fue arrastrado violentamente fuera de un vuelo, mostró la importancia de una comunicación rápida, sincera y ética. El primer intento de la compañía de minimizar el incidente dañó su imagen, pero luego, al asumir total responsabilidad y hacer cambios en su política, comenzaron a restaurar su reputación.
Para concluir, el liderazgo ético no es solo una cuestión moral. Es una estrategia robusta que, al adoptarse, construye organizaciones resilientes, confiables y exitosas. Es la brújula que guía no solo al líder, sino a toda la empresa, a crear un impacto positivo en el mundo corporativo y la sociedad en general. Los pasos necesarios para tener un liderazgo ético son:
- Autoevaluación Constante: Reflexiona regularmente sobre tus acciones y decisiones. ¿Se alinean con tus valores y los de tu empresa?
- Capacitación Regular: Asegura que tu equipo esté constantemente entrenado en ética y responsabilidad social.
- Diálogo Abierto: Fomenta un ambiente donde los empleados sientan la libertad de expresar preocupaciones éticas sin miedo a represalias.
- Plan a Largo Plazo: Siempre considera las repercusiones a largo plazo de tus decisiones, más allá de las ganancias inmediatas.
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