España y Canadá también anunciaron que acogerán a algunas personas que necesiten abandonar sus países de origen.
Por EFE
Costa Rica albergará uno de los centros migratorios gestionados por Estados Unidos para procesar solicitudes de asilo de migrantes venezolanos y nicaragüenses, anunciaron este lunes ambos Gobiernos en un comunicado conjunto.
El país centroamericano se suma así al llamado plan de Movilidad Segura, gestionado por Estados Unidos con el apoyo de la ONU, que ya contemplaba la creación de dos centros similares en Guatemala y Colombia.
Esta iniciativa facilitará que migrantes de Nicaragua y de Venezuela que estén registrados en Costa Rica como solicitantes de asilo accedan a vías legales para llegar a Estados Unidos y a otros países.
Sin embargo, Costa Rica y Estados Unidos acordaron que todos los migrantes que hayan ingresado desde hoy al país centroamericano de forma irregular serán deportados a sus países.
También aquellos que prosigan su camino hacia el norte y entren sin permiso a territorio estadounidense serán deportados y enfrentan un posible veto de cinco años para regresar a Estados Unidos.
Durante los primeros dos meses de Movilidad Segura, las personas elegibles para el programa serán contactadas para agendar una cita ante el centro de procesamiento de migrantes, cuya localización no ha sido revelada todavía.
«Estados Unidos y Costa Rica reafirman su compromiso de trabajar con todos los países de la región para promover la integración de refugiados y migrantes, ampliar las vías legales y promover la gestión humanitaria de las fronteras», afirmaron.
Este mismo lunes se abrió el proceso para pedir cita en el centro migratorio que se abrirá en Guatemala, mientras que en Colombia ocurrirá lo mismo el 19 de junio.
El inicio de estos programas piloto llega después de que hace un mes Estados Unidos suspendiera el Título 42 -el cual permitía la deportación automática de migrantes con el pretexto de la pandemia de covid-19-, pero instaurara restricciones a las solicitudes de asilo.
En abril, antes de la suspensión del Título 42, Estados Unidos anunció la apertura de centros en Colombia y Guatemala con el fin de facilitar la migración regular y frenar la llegada masiva de migrantes, muchos de ellos provenientes de Venezuela, Haití o países de Centroamérica.