El pasado 11 de mayo concluyó el llamado Título 42, una norma sanitaria de EE.UU. por la pandemia de la covid-19 que permitía expulsar en caliente a migrantes indocumentados sin posibilidad de pedir asilo.
Por EFE
La Sociedad de Ayuda al Inmigrante Hebreo (HIAS, por sus siglas en inglés), autodenominada como la agencia para los refugiados más antigua del mundo, pidió este jueves a los países de América hacer un «uso adecuado» de la Declaración de Los Ángeles para tener un «enfoque eficaz que aborde humanamente» la migración regional, tras el fin del Título 42 en Estados Unidos.
«Es crucial que los EE.UU. y los países de toda la región hagan uso adecuado de la prometedora herramienta para hacer frente a los urgentes desafíos migratorios en el Hemisferio Occidental: la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección», dijo el presidente de HIAS, Mark Hetfield, a través de un comunicado.
Hetfield subrayó que hace esta petición «ante las nuevas restricciones implementadas» por la administración del presidente estadounidense, Joe Biden, a «las personas solicitantes de asilo en la frontera sur luego del fin del Título 42, además de la creación de nuevas vías para el reasentamiento de personas refugiadas de América Latina».
En junio de 2022, una veintena países americanos se comprometieron a expandir las oportunidades de migrar legalmente y reforzar la cooperación regional para contener la creciente llegada de indocumentados a la frontera de Estados Unidos y otros países, como Colombia, Ecuador o Costa Rica en la «Declaración de Los Ángeles sobre migración y protección».
En el comunicado, Hetfield señaló que «a un año de la adopción de la Declaración» a HIAS le «preocupa la continua falta de coordinación entre los gobiernos en lo que respecta a la formulación de políticas, así como el abordaje en torno a la seguridad y los derechos de millones de personas refugiadas y otras desplazadas».
«El reciente anuncio de un plan para combatir la trata y el tráfico de personas en el Tapón del Darién ( frontera entre Colombia y Panamá) ha levantado dudas sobre cómo se equilibrarían las medidas de seguridad propuestas con la necesidad de respetar las normas internacionales de derechos humanos», agregó.
Admitió que «reconoce la importancia de fortalecer la coordinación y la cooperación entre los gobiernos de las Américas ante el incremento del desplazamiento en toda la región y el mundo».
Ese acuerdo regional de migración «representa un paso crucial para abordar los riesgos y las necesidades a los que se enfrentan las personas refugiadas y desplazadas en busca de seguridad y mejores oportunidades».
Sin embargo, HIAS señaló que «no basta con adoptar la Declaración sin utilizarla como mecanismo para poner en marcha un cambio político significativo».
Agregó que «los gobiernos que respaldaron el uso de esta herramienta el año pasado, también deben asegurarse de que la sociedad civil y las ONG conozcan la hoja de ruta y participen activamente en el proceso, para que podamos empezar a dar los pasos necesarios hacia un enfoque eficaz que aborde humanamente los flujos migratorios en América Latina y el Caribe”.
El pasado 11 de mayo concluyó el llamado Título 42, una norma sanitaria de EE.UU. por la pandemia de la covid-19 que permitía expulsar en caliente a migrantes indocumentados sin posibilidad de pedir asilo.
Ahora se aplica el Título 8 que, a diferencia del 42, permite a los migrantes pedir asilo al llegar a la frontera, pero tienen que cumplir varios requisitos, entre ellos haberlo solicitado en los países por donde han pasado o de lo contrario pueden ser deportados rápidamente.