El trabajo en equipo es vital, así como la necesidad de tomarse el tiempo para analizar la situación del oponente, decidir y ejecutar la acción más conveniente.
Por Arturo Giacomin Zúñiga – presidente ejecutivo de Davivienda Costa Rica
¿Cuál jugador o aficionado al baloncesto no ha sentido la adrenalina de ver el balón atravesando el aro limpiamente, en un tiro de tres puntos que revierte el marcador, cuando falta un par de segundos para que termine el partido?
Esa es la magia del baloncesto; un deporte que conjuga casi todas las habilidades desarrolladas por el ser humano: coordinación motriz, concentración mental, precisión de movimientos, visión periférica, velocidad de reacción, lectura atenta del entorno, trabajo en equipo y más.
Pocos deportes permiten tanto dinamismo, velocidad y variantes en el juego como el básquetbol. Los espectadores pueden ver jugadas improvisadas, individualidades asombrosas, cambios de ritmo, manejos dramáticos del tiempo, en donde todo parece fluir con absoluta espontaneidad y libertad.
Pero si sobre la cancha nos maravillan la diversidad y el colorido de las jugadas, quienes conocen del juego saben que, en el fondo, todo obedece a un orden establecido, una estructura que requiere estrategia, planificación, estudio, práctica, dirección, disciplina y entendimiento mutuo. Es lo que se conoce en el argot como “Filosofía del juego”.
La filosofía de juego o estrategia utiliza la táctica como un medio a su disposición, se encarga de prevenir situaciones y planificar acciones desde la globalidad que se pueden derivar en la estrategia individual o colectiva. En ambos casos, el director técnico deberá hacer un análisis de factores, estableciendo códigos que deben ser entendidos por todos los jugadores. La estrategia individual debería estar siempre en consonancia y supeditada a la estrategia colectiva para poder conseguir los objetivos planteados.
El trabajo en equipo es vital, así como la necesidad de tomarse el tiempo para analizar la situación del oponente, decidir y ejecutar la acción más conveniente.
Partiendo de esta analogía y conscientes de que en Davivienda nuestra misión es contribuir al crecimiento económico, la inclusión financiera y la transformación productiva de Costa Rica por medio de propuestas integrales, hemos decido patrocinar a la Federación Costarricense de Baloncesto en el campeonato nacional de primera división.
En la práctica de este deporte, como en la vida y particularmente las personas que han decidido emprender conviven con un elevado nivel de incertidumbre. Este aspecto hace que sea necesario que el jugador o emprendedor tenga el mayor número posible de escenarios que le permitan actuar ante las situaciones que surjan durante el juego, lo que resulta necesario en las etapas de iniciación, ya que ayuda a constituir las bases sobre la que se debe asentar la buena formación del deportista y la nueva idea de negocio.
Y es que, en los deportes de oposición como el baloncesto, así como a la hora de emprender toda actuación hay un componente estratégico, táctico y técnico, que no implican tres acciones diferentes, sino tres formas distintas de contemplar la misma acción para la consecución de los mismos objetivos.
Recordemos que una buena estrategia no es efectiva si solo se expone en una pizarra, debe ser comunicada a todo el equipo, asegurándose que todos entienden el rol a desempeñar y practicarla muchas veces antes de ser ejecutada para lograr un buen resultado.
La disciplina, práctica y constancia ofrecen un sentido de realidad, que permite a los entrenadores y líderes conocer las necesidades de sus equipos, mejorar la técnica y hacer replanteamientos para aprovechar las fortalezas de los integrantes del grupo, obtener mejores resultados y evitar algunos errores.
Además de los equipos que pronto veremos en la cancha, existen otros que también son de nuestro interés ya que deben desarrollar estrategias para sobrevivir, ganar y competir.
Es por eso que el programa “Trampolín Comercial” se fortalece bajo las bases de la práctica de este deporte, por lo que nos hemos enfocado en apoyar a las pymes con una propuesta de acompañamiento integral. Este programa técnico busca responder a las solicitudes de financiamiento y capacitación desde su realidad, reconociéndoles como el motor que mueve la economía de nuestro país.
Para ello, la articulación de esfuerzos entre la academia, alianzas público – privado y los sectores productivos son la clave del éxito que nos permitirá la transformación hacia una economía más moderna, encadenada, innovadora, promotora de empleo, capaz de garantizar una mejor calidad de vida para muchos costarricenses.
Es nuestra responsabilidad guiar, orientar y brindar acompañamiento para que las propuestas sean viables y logren hacer realidad ese sueño, un sueño que al final de cuentas, se traduce en levantar una copa de campeones, así como la reactivación que tanto necesitamos hoy para sacar a Costa Rica adelante.