Los inversores están apostando por las ventas de valores y deuda pública a medida que los últimos datos económicos revelan una inflación más persistente de lo esperado.
Por EFE
Wall Street cerró la peor semana desde que empezó el año, con caídas en torno al 3 % en sus principales indicadores, tras recibir datos sobre una inflación que no remite y que potencialmente llevarán a la Reserva Federal de EE.UU. a ser más agresiva en la subida de los tipos de interés.
La semana, que ha sido más corta por el festivo del Día de los Presidentes del lunes y por tanto más volátil, deja una caída acumulada del 3 % en el Dow Jones de Industriales; un retroceso del 2,7 % en el selectivo S&P 500; y una pérdida del 3,3 % en el índice Nasdaq.
Los inversores están apostando por las ventas de valores y deuda pública a medida que los últimos datos económicos revelan una inflación más persistente de lo esperado y una economía resiliente, que hace suponer que el banco central tiene margen de maniobra para endurecer la política monetaria.
El último de esos datos fue publicado este viernes: el índice de precios PCE, que mide el gasto en consumo personal, aumentó en enero un 4,7 % interanual y un 0,6 % respecto al mes anterior, por encima de lo esperado.
Mientras tanto, las ventas de nuevos hogares aumentaron en enero y, para sorpresa de muchos, la confianza del consumidor fue revisada al alza para febrero, marcando su máximo de los últimos 13 meses.
Las actas de la última reunión de la Fed -en la que se elevaron los tipos en 25 puntos básicos- publicadas esta semana indicaron que varios miembros estaban a favor de una subida de 50 puntos, un apoyo que algunos analistas vaticinan seguirá creciendo en el organismo.
Este viernes, por ejemplo, la presidenta de la rama del banco central de Boston, Susan Collins, anticipó más trabajo para situar la inflación en la meta del 2 % no solo a través de subidas de los tipos sino también de mantenerlos altos durante un periodo de tiempo «amplio».
Los rendimientos de los bonos del Tesoro a corto plazo, que reflejan las expectativas de los inversores respecto a los tipos de interés, se dispararon este viernes a niveles no vistos desde 2007, con el título a 2 años ofreciendo un 4,82 %, y el de 10 años, un 3,97 %.
Todos los sectores han acabado la semana a la baja, según la firma de análisis Fidelity, y los más perjudicados han sido los de bienes no esenciales y comunicaciones, con caídas cerca del 5 %, y los de energía y tecnología (4,5 % y 3,85 %, respectivamente).
En el plano corporativo, con la temporada de resultados trimestrales dando sus últimos coletazos, se esperan este sábado las cifras de una empresa importante, Berkshire Hathaway, y quizás alguna lección de su propietario, el gurú inversor Warren Buffett, que suele acompañarlas de una carta.
En el mercado de petróleo, el barril de Texas apenas se ha encarecido un 0,2 % tras una semana volátil marcada por esa incertidumbre respecto a la Fed, que refuerza el valor del dólar frente a otras divisas, y por las ramificaciones de la guerra en Ucrania, que se alarga ya un año.