Entre los presidenciables anunciados destaca la hija del dictador golpista Efraín Ríos Montt, Zury Ríos Sosa, a quien se le ha prohibido participar en el pasado.
Por EFE
Guatemala se aproxima a un proceso electoral con decenas de candidatos en busca de sobresalir en los comicios programados para junio de 2023, mientras expertos advierten que se espera una batalla legal en el proceso de inscripción de aspirantes.
«Serán unas elecciones tensas porque se vislumbra que la autoridad electoral pueda negar la inscripción a ciertos candidatos incómodos para facilitar la competencia», declaró a EFE este viernes el politólogo y analista independiente Renzo Rosal.
El próximo 20 de enero, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) tiene programado el llamado a elecciones y la fase de inscripción de candidatos, mientras se espera que en este proceso participen hasta 30 organizaciones políticas, de acuerdo con analistas.
«De los 30 partidos políticos que pueden participar, al menos 14 de ellos son afines a darle continuidad al modelo de debilitamiento democrático que se ha vivido en el país durante los últimos 3 Gobiernos», agregó Rosal.
Las elecciones están previstas para el 25 de julio y en caso de una segunda vuelta electoral se desarrollará el 27 de agosto.
Hasta el 29 de diciembre, solo seis binomios presidenciales han sido oficializados.
Entre los presidenciables anunciados destaca la hija del dictador golpista Efraín Ríos Montt, Zury Ríos Sosa, a quien se le ha prohibido participar en el pasado.
También buscará entrar a la contienda electoral Thelma Cabrera, una lideresa indígena que ocupó el cuarto puesto en las elecciones presidenciales de 2019, y que volverá a intentarlo en 2023.
Por último, Rosal destaca que Guatemala podría estar ante una elección con «baja expectativa ciudadana», que posiblemente impacte en la cantidad de personas que decidan abstenerse de votar.