Recuperación de la confianza pública, transición verde, un mundo fragmentado: los tres escenarios para los bancos hacia el 2035.
Por Revista Summa
Recuperación de la confianza pública mediante la transformación digital; abordaje de la crisis climática y un mayor impulso hacia la transición verde; y un mundo geopolíticamente cada vez más fragmentado. Estos son los tres principales escenarios que tendrán los bancos y la industria financiera hacia el 2035.
Así lo concluyó el más reciente estudio sobre el futuro de la banca, La banca en 2035: tres futuros posibles, realizado por Economist Impact y patrocinado por SAS, el líder global en Inteligencia Artificial (IA) y analítica.
El estudio señala que, a medida que fuerzas disruptivas asolan al sector financiero de hoy, los ejecutivos bancarios están averiguando el papel evolutivo de los bancos en el mercado más competitivo al que se hayan enfrentado jamás.
Para Yuxin Lin, director sénior de Políticas e Insights de Economist Impact, la rápida evolución del sector en medio de la incertidumbre imperante plantea una pregunta fundamental: ¿cuál es el propósito de los bancos? Para Lin, la manera en que los líderes bancarios respondan a esta pregunta y, como resultado, las decisiones de negocio que tomen, redefinirá a toda la industria.
En este sentido, Alex Kwiatkowski, director de Servicios Financieros Globales de SAS, comentó que los bancos tienen el poder de elevar no solo a nuestra economía global, sino a toda la humanidad. “Al adoptar la tecnología y la innovación basadas en intenciones, los bancos pueden preparar un camino más orientado hacia un propósito, donde este y una rentabilidad más altos van de la mano. Y si no lo aprovechan plenamente, se desperdiciará una oportunidad de oro para marcar una diferencia genuina, lo que tendría consecuencias bastante graves”, afirmó Kwiatkowski.
Tres escenarios
Pero, ¿en qué consistirán los tres escenarios que se prevén para los bancos hacia el 2035?
El primero se enmarca en si ¿los bancos transformados podrán recuperar la confianza pública? Desde la crisis financiera de 2008, los bancos han enfrentado problemas de reputación. De hecho, los servicios financieros se ubican constantemente entre los sectores menos confiables, y que inspiran actualmente confianza en apenas poco más de la mitad (54%) del público, según el Barómetro de Confianza de Edelman 2022.
Hacia el 2035, el Escenario 1 visualiza un mundo en el que los bancos enarbolan la transformación digital para rehabilitar su imagen. Los bancos han fortalecido la privacidad de los datos y la protección contra el fraude cibernético, y han apoyado la regulación enfocada en los clientes. Una mayor transparencia y protección para al consumidor alientan la confianza pública, potenciando a la banca abierta y las asociaciones que generan nuevas ofertas lucrativas. Las plataformas digitales unifican sin fricciones cada faceta de la vida financiera de los clientes de una manera personalizada y a su medida.
“La confianza del consumidor, construida a lo largo de muchos años, se puede perder en un instante”, advirtió Stu Bradley, vicepresidente sénior de Fraude e Inteligencia de Seguridad de SAS. “A medida que la digitalización se acelera, es fundamental que los bancos creen un compromiso hiper personalizado a medida que enfrentan los crecientes riesgos. Al equilibrar la experiencia del cliente y el riesgo, un modelo de toma de decisiones empresariales – donde las decisiones alrededor del fraude, el riesgo y el compromiso se integran de manera holística en todo el trayecto del cliente – puede reducir costos y optimizar las infraestructuras de TI de los bancos, al tiempo que eleva los ingresos y la retención de clientes”.
El segundo escenario responde a si ¿podrían los bancos catalizar la acción climática en la industria e impulsar la transición verde? Precisamente, señala el estudio, abordar la crisis climática requerirá de la cooperación y la colaboración globales sin precedentes. De acuerdo con las Naciones Unidas, los compromisos actuales de los gobiernos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero están muy por debajo de lo que se necesita para limitar el calentamiento global a 1.5°C por encima de los niveles preindustriales. Prevenir los peores impactos del cambio climático exige una acción rápida y determinante.
El Escenario 2 prevé una comunidad global comprometida con la acción climática en 2035, donde la descarbonización es una consideración importante en la energía, la infraestructura y el transporte. Las ciudades han sido rediseñadas para lograr la eficiencia energética y la resiliencia climática. Las fuentes de energía renovables rentables y las tecnologías verdes son la norma.
“El liderazgo climático en el sector bancario impulsará un mayor progreso en la industria hacia emisiones netas de cero para 2050, y comienza ahora con mejores analíticos, modelos y gestión del riesgo climático”, afirmó Troy Haines, vicepresidente sénior y jefe de Investigación de Riesgos y Soluciones Cuantitativas de SAS. “Al mejorar su capacidad para modelar escenarios de riesgo climático y comprender los posibles impactos en sus hojas de balance y capital, los bancos pueden ayudar a promover la transición verde y avanzar en la resiliencia climática mundial”.
Finalmente, el tercer escenario se cuestiona en ¿Cómo les irá a los bancos en un mundo geopolíticamente fragmentado? Esto porque, aun cuando el mundo trata de ver lo peor de la Covid-19 desde el espejo retrovisor, abundan las incertidumbres económicas y de mercado. Las secuelas de la pandemia han magnificado las tensiones entre las superpotencias económicas del mundo a la vez que sobrecargan a las que están en desarrollo, cuyas poblaciones sufren consecuencias extremas.
En este contexto, no es difícil imaginar el Escenario 3, que describe un escenario mundial geopolíticamente polémico en 2035, matizado por intereses divergentes y un retroceso del multilateralismo entre los gigantes económicos mundiales. Los acuerdos bilaterales y regionales han reemplazado a la Organización Mundial del Comercio. Los sistemas de pago alternativos de los rivales y el auge de las monedas digitales han fracturado el sistema financiero global.
“La desglobalización, acelerada por los recientes acontecimientos mundiales, probablemente ampliará las alarmantes desigualdades sociales que hoy nos afectan”, señaló Theodora Lau, fundadora de Unconventional Ventures. “Indiscutiblemente, la banca y el dinero están en el centro de todo. Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar para promover un futuro más inclusivo y sustentable con las acciones que realicemos hoy”.