El presidente de EE.UU., Joe Biden, admitió este lunes estar «preocupado» por el despliegue armamentístico que China ha hecho en sus ejercicios alrededor de Taiwán.
Por EFE
Estados Unidos afirmó este lunes que seguirá operando por el estrecho de Taiwán, pese a la crisis desencadenada con China por la visita la semana pasada a la isla de la presidenta de la Cámara Baja estadounidense, Nancy Pelosi.
El subsecretario de Defensa para Política, Colin Kahl, calificó en una rueda prensa en el Pentágono que esta es «una crisis fabricada» por Pekín.
«Nosotros vamos a seguir volando, navegando y operando dondequiera que nos permita la ley internacional, lo que incluye el estrecho de Taiwán, y seguiremos permaneciendo junto a nuestros aliados y socios en la región», indicó.
Por otro lado, el responsable de Defensa descartó que la actual crisis haya tenido unas consecuencias «profundas» en la economía de Taiwán y el mundo.
En ese sentido, mencionó que existe «un consenso global» de que es necesario que haya estabilidad en el estrecho de Taiwán y que a nadie le interesa un conflicto allí.
El Ejército chino prolongó hasta este lunes las maniobras militares, iniciadas el jueves pasado y que tenía previsto culminar ayer, alrededor de Taiwán en respuesta a la visita de Pelosi.
Las maniobras que Pekín ha llevado a cabo en los últimos días, con fuego real y lanzamiento de misiles de largo alcance, han sido calificadas por el Gobierno taiwanés de «irresponsables», además de suscitar numerosas muestras de preocupación en el seno de la comunidad internacional.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, admitió este lunes estar «preocupado» por el despliegue armamentístico que China ha hecho en sus ejercicios alrededor de Taiwán, aunque señaló también que no cree que vayan a más.
Pelosi ha sido la responsable estadounidense de mayor rango que viaja a la isla en un cuarto de siglo.
Pekín, que tachó la visita de «farsa» y «traición deplorable», reclama la soberanía sobre Taiwán, isla a la que considera una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.