Cortizo extendió a partir de este viernes y por 3 meses a vehículos particulares la congelación del galón en US$3,95.
Por EFE
El precio congelado de 3,95 dólares el galón (3,78 litros) de combustible para toda la población entró en vigor este viernes en Panamá, donde continúan las protestas de gremios, sindicatos y organizaciones sociales contra el alto costo de la vida en medio de denuncias de corrupción pública.
Las marchas en la capital y los bloqueos en carreteras del interior que comenzaron la semana pasada se mantenían un día después de que el presidente Laurentino Cortizo instaló una mesa de diálogo, mediada por la Iglesia católica, a la que no asistieron los grupos que protestan, alegando una falta de consenso previo en asuntos como el mediador y los temas a discutir.
EL COMBUSTIBLE
Cortizo extendió a partir de este viernes y por 3 meses a vehículos particulares la congelación del galón en 3,95 dólares, una medida aplicada desde junio pasado pero solo a ciertos sectores, y también reguló el precio de 10 alimentos básicos, en un intento fallido por detener las protestas que comenzaron precisamente por elevado costo de esos productos.
Para los sindicatos, gremios y organizaciones sociales agrupadas en dos alianzas que impulsan las protestas, esas medidas «son insuficientes». Exigen que el galón de combustible quede en 3 dólares, que se rebaje y congele el precio de la canasta básica de alimentos, no solo de algunos, y que se apruebe aumento general de salarios, algo que no ocurre desde la década de 1980.
La Presidencia panameña informó que «más de 170.000 conductores de vehículos particulares» se inscribieron en la plataforma que da acceso a la gasolina subsidiada, y que «más de 19.000» ya la habían usado.
«Ha sido un caos totalmente porque hay muchas personas que no aparecen en el sistema, mientras que otras sí aparecen», dijo a Efe Zuleika Marciaga, gerente de una de las estaciones de Texaco en la capital panameña.
ESCASEZ DE COMBUSTIBLE, LEGUMBRES, VERDURAS Y FRUTAS
Los bloqueos de la vía Interamericana, que atraviesa Panamá y la une con Centroamérica, han impedido que los camiones cisternas lleguen a muchos centros urbanos del interior, donde ha comenzado a escasear el combustible, según reporte de medios y usuarios.
Esos bloqueos también han impedido que lleguen las verduras y legumbres que se cultivan en el oeste del país, especialmente en la provincia de Chiriquí, a los centros urbanos, incluida la capital.
Efe constató en un recorrido por diferentes tiendas y puestos de venta que verduras y legumbres, entre otras, han comenzado a desaparecer sin hasta ahora confirmarse un reabastecimiento.
Los productores, empresarios e industriales hablan de pérdidas millonarias, y hay videos en redes sociales de camioneros varados en la vía que regalan tomates y frutas a personas a pie porque están a punto de perderse.
DENUNCIAN REPRESIÓN
El secretario general del sindicato de la construcción Suntracs, Saúl Méndez, dijo que este viernes fuerzas policiales «han empezado a reprimir en el área de Chiriquí a la comunidad de El Sapo y 20 de diciembre, y hemos sido informados que la policía está disparando balas vivas».
«Denunciamos esto, lo repudiamos y llamamos al pueblo a resistir esta brutalidad y hacemos responsable en primera instancia al Gobierno (…) la represión no va a hacer esto y lo que va a hacer es que la gente se enardezca más», agregó Méndez en una conferencia de prensa.
En la capital varios gremios de docentes, que mantienen un paro nacional desde el 6 de julio, marcharon este hacia la Contraloría de Panamá, donde exigieron que se des-burocratice el pago de sus salarios y las inversiones para mejoras en las escuelas.