Albares detalló que será «el Gobierno de Honduras el que va a marcar sus prioridades, y lo que España va hacer es acompañarlo.
Por EFE
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, José Manuel Albares, dijo este jueves a Efe que las relaciones diplomáticas con el nuevo Gobierno de Honduras, presidido por Xiomara Castro, seguirán siendo «excelentes» y que incluso esperan reforzarlas.
«Van a seguir siendo relaciones excelentes, relaciones que incluso queremos que sean más reforzadas. Y desde luego, España va a acompañar a Honduras, como ha venido haciéndolo desde siempre», declaró Albares, quien se encontraba en el país centroamericano para la toma de posesión de Castro.
Respecto a cómo España apoyará, a partir de estos momentos, al país centroamericano, Albares detalló que será «el Gobierno de Honduras el que va a marcar sus prioridades, y lo que España va hacer es acompañarlo, a través de su cooperación e impulso político».
«No escogemos a los gobiernos de los países, son, evidentemente en este caso, los hondureños y en cada país sus ciudadanos», explicó.
El canciller destacó que ya se reunió con su homólogo hondureño, y que el rey de España, Felipe VI, tuvo un encuentro con la presidenta Castro.
También pudo conversar con el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, así como con Castro, y valoró ambos encuentros «positivamente».
«Es una forma de tomar el pulso a la realidad política, comprender cuáles van hacer los primeros pasos del futuro gobierno y de demostrar la disponibilidad de España de acompañar a Honduras», añadió.
«Son intercambios que tenemos que tener en todo momento con nuestros hermanos latinoamericanos», agregó.
Castro, del Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), asumió este jueves la Presidencia de Honduras, un país sumido en una grave crisis económica y aquejado por la corrupción y el narcotráfico, y en medio de una convulsión política inédita, que generó la constitución del Parlamento.
Es la primera mujer en la historia del país centroamericano en llegar a la Presidencia, y pone fin a más de un siglo de bipartidismo, entre los conservadores partidos Liberal y Nacional.