En 2021, la economía de Latinoamérica registró una tasa de crecimiento del 6,8 %.
Por EFE
La economía latinoamericana crecerá en 2022 un 2,4 %, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), que rebaja en seis décimas su estimación de octubre ante las menores expectativas en sus principales economías, Brasil y México, por la inflación y la pandemia de covid-19.
En 2021, la economía de Latinoamérica registró una tasa de crecimiento del 6,8 %, y para 2023 se espera una expansión del 2,6 %, indica el Fondo.
Los nuevos pronósticos del FMI apuntalan las advertencias de que la región tardará al menos hasta 2025 para recuperar los niveles económicos que tenía antes del inicio de la pandemia.
El nuevo informe de «Perspectivas Económicas Globales» proyecta que el crecimiento en Brasil será de apenas el 0,3 % este año, 1,2 puntos menos de lo calculado en octubre; y en México será del 2,8 %, también 1,2 puntos por debajo de lo esperado.
Este reporte solo ofrece pronósticos específicos para estos dos países latinoamericanos, ya que el organismo ofrecerá un informe más detallado de la región en los próximos días.
En una rueda de prensa, la economista jefe del Fondo, Gita Gopinath, reconoció este martes que las proyecciones para México y Brasil suponen una rebaja «significativa» de las perspectivas de crecimiento en dos de los grandes motores económicos de Latinoamérica.
COMBATE A LA INFLACIÓN
En ambos casos, apuntó el Fondo, la reducción en los pronósticos se debe «a que la lucha contra la inflación ha provocado una fuerte respuesta monetaria, que pesará sobre la demanda doméstica».
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), organismo de la ONU, reportó el lunes una inflación general del 7,2 % para la región latinoamericana en 2021, sin contar los países con inflación crónica, como Argentina, Haití, Surinam y Venezuela.
Brasil registró una inflación en 2021 superior al 10 %, mientras que en México y Chile se ubicó por encima del 7 %, lo que ha provocado que los bancos centrales suban sus tasas de interés para contrarrestar las presiones inflacionarias.
Gopinath señaló que a este frenazo contribuyen también otros factores:
En el caso de la economía brasileña, apuntó que la ralentización corresponde, además, a un retorno a niveles de crecimiento «más normales» tras la fuerte recuperación del pasado año, y la «moderación» de los precios de las exportaciones.
En lo que respecta a México, la economista jefe del organismo internacional indicó que el segundo semestre de 2021 fue «más débil de lo esperado», especialmente debido «a los problemas en las cadenas de suministro globales» por la nueva variante ómicron del coronavirus, y que ese frenazo se extenderá un poco durante este año.
El Fondo subrayó que las causas detrás de la inflación son amplias y generalizadas en casi todo el mundo, por lo que no espera que comience a remitir sustancialmente en 2023.
Entre esas causas, el organismo mencionó la irrupción de nuevas variantes del virus como ómicron, el aumento de los precios de los combustibles y los alimentos, y las alteraciones persistentes en la cadena de suministros globales durante la pandemia, que han presionado al alza los precios.
FLEXIBILIDAD Y PRAGMATISMO SOBRE ARGENTINA
Gopinath también comentó las conversaciones en marcha que tiene el Fondo con el Gobierno de Argentina para refinanciar su deuda de más de 40.000 millones de dólares.
«Estamos trabajando de manera muy cercana con las autoridades argentinas y entendemos que la situación social y económica presenta retos, por lo que adoptamos una posición flexible y pragmática», subrayó.
Gopinath dijo que el programa que se termine pactando con el país suramericano debe resolver los «desequilibrios» de la economía del país, además de ser «sensato y creíble».
Argentina discute contra reloj con el FMI la refinanciación de las deudas adquiridas desde el acuerdo de auxilio financiero firmado en 2018 entre el organismo y Buenos Aires, que, debido a las dificultades macroeconómicas que atraviesa, el país suramericano no está en capacidad de afrontar.