Benet defendió su «modelo único», que se aprovecha de esos ámbitos para tomar decisiones con rapidez y busca prevenir restricciones severas que debiliten la economía.
Por EFE
El primer ministro de Israel, Naftali Benet, instó hoy en la Agenda Davos 2022 a fomentar las nuevas tecnologías, el impulso de las empresas emergentes, la innovación digital o la cooperación entre países como motores para afrontar la COVID-19, los retos económicos mundiales o el cambio climático.
En su discurso por videoconferencia, Benet destacó el modelo de desarrollo del país o su avance en tecnologías de datos e información como claves para «capear el temporal» de la pandemia, evitar confinamientos y promocionar el crecimiento económico.
«Israel se encuentra en una dirección muy robusta y positiva», avanza «en un desarrollo increíble del PIB del 7%» y en el ámbito de negocios, compañías y tecnologías puntas «nunca ha sido tan fuerte».
Ante el coronavirus, Benet defendió su «modelo único», que se aprovecha de esos ámbitos para tomar decisiones con rapidez y busca prevenir restricciones severas que debiliten la economía.
Según aseguró, las autoridades se coordinan entre organismos y expertos de varias disciplinas, de forma «transversal», para «ejecutar planes lo más temprano posible», marcando «un equilibrio» que incluye consideraciones sanitarias, económicas o educativas.
Agregó que la eficiencia de este sistema se basó «en la fusión de tecnología de la información y datos médicos», que por ejemplo, se usaron en las rápidas campañas de vacunación o para observar la expansión mundial de la variante ómicron, cuando Israel fue el primer país en cerrar fronteras exteriores.
A su vez, Benet destacó las ventajas del empleo «a distancia» y por plataformas digitales, en que Israel «ha exprimido sus talentos» para «optimizar la tecnología en remoto».
Esto lo ha hecho «más susceptible a los ciberataques», pero ha ayudado a que se invierta más en protección cibernética y a que el país «se convierta» en un referente «en ciberdefensa».
Benet valoró positivamente la normalización de relaciones de Israel con países como Emiratos Árabes Unidos o Baréin, insistió en su voluntad de estrechar más los lazos con socios como Jordania o Egipto, y apeló a que más países se sumen a los Acuerdos de Abraham.
También instó a cooperar más entre Estados a nivel mundial y a «crear una agencia que se ocupe de las pandemias».
«Todos los Gobiernos se dan cuenta que incluso si desaparece la covid hemos empezado a vivir una era de pandemia global», alertó.
A nivel de cambio climático, reiteró el compromiso israelí «de alcanzar cero emisiones para 2050», ámbito en que Israel puede contribuir con sectores como la energía o desalinización del agua.
Además, dijo que quiere «mejorar la vida» de los palestinos «a través de los negocios y economía», e integrarlos aún más en el mercado laboral y las empresas emergentes.
«Decenas de miles de palestinas vienen a trabajar cada día en Israel», lo que incluye unos 10.000 trabajadores de Gaza, a los que su Gobierno abrió más puertas, indicó, agregando que busca fomentar «zonas industriales conjuntas» y el comercio con Cisjordania.
Sin embargo, matizó que este desarrollo también está condicionado a si los palestinos optan «entre seguir por la vía del terrorismo o por la paz y prosperidad».
Sobre Irán -archienemigo de Israel-, Benet aseguró que es la principal fuente «de terrorismo e inestabilidad» de Oriente Medio.
Ante las negociaciones entre Teherán y potencias mundiales en Viena para salvar el pacto nuclear, el primer ministro reiteró las reticencias israelíes.
Irán «está intentando desarrollar armamento nuclear y no hay razón para que el mundo libre haga un acuerdo con ellos», concluyó.