El monto total es el segundo más alto en la historia del BID y de BID Invest, y está ayudando a los países a abordar el COVID-19.
Por Revista Summa
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y su brazo del sector privado, BID Invest, esperan cerrar el año 2021 con una cifra de US$19.500 millones en financiamiento nuevo para América Latina y el Caribe, al haber ayudado a los países a recuperarse de la pandemia y dar paso a una era de crecimiento sostenible e inclusivo.
Este financiamiento es el segundo total anual más alto en la historia del BID y de BID Invest, y ayuda a los países a invertir distintas prioridades, desde la atención sanitaria de la era del COVID-19 y la digitalización hasta la acción contra el cambio climático, las cadenas de suministro y la educación. La financiación también ayudará a reducir la desigualdad de género, ampliar los ecosistemas empresariales, y empoderar a las pequeñas y medianas empresas, que representan más de dos tercios de los empleos de la región.
La combinación de las aprobaciones de préstamos del BID (US$14.000 millones), los compromisos financieros previstos de BID Invest (US$5.500 millones) y las movilizaciones del sector privado (US$2.800 millones) alcanzan un total de US$22.300 millones.
América Latina y el Caribe es la región más afectada por la pandemia. Además, representa alrededor del 8% de la población mundial y ha sufrido casi un tercio de todas las muertes debido al COVID-19 —más de 1,5 millones de personas—. La región también continúa enfrentándose a una gran desigualdad, y a graves problemas económicos y sociales.
«Este año hemos demostrado cómo un BID del siglo XXI puede empoderar a los países para superar retos inimaginables y dar paso a una nueva década de prosperidad. Lo hicimos escuchando atentamente a nuestros clientes y países miembros, y aprovechando nuestro capital humano excepcional para crear financiamiento innovador y alianzas con el sector privado que acelerarán la recuperación de la región», dijo Mauricio Claver-Carone, presidente del BID.
«La pandemia creó desafíos sin precedentes, pero también abrió oportunidades históricas para que América Latina y el Caribe crezca, especialmente en áreas que incluyen la digitalización, el nearshoring y las cadenas de suministro; y estamos orgullosos de enfocarnos en ayudar a los países a aprovechar esas oportunidades», agregó.
De las vacunas a los ecosistemas de recuperación
En total, el BID aprobó 103 proyectos en el 2021 por un monto final de US$14.000 millones, mientras que se espera que los desembolsos alcancen los US$12.100 millones. En el contexto del COVID-19, la financiación ayudó a asegurar vacunas que salvan vidas y a aumentar el acceso al crédito para que las pequeñas y medianas empresas, que son las principales impulsoras del empleo, puedan ampliar sus negocios.
Los proyectos y el financiamiento nuevos acelerarán la digitalización para que los países puedan mejorar los servicios públicos, expandir el acceso a la educación, aumentar la transparencia y combatir la corrupción. El financiamiento también ayudará a mejorar la capacitación en habilidades digitales para enriquecer el capital humano de la región.
En medio de una reconfiguración histórica del comercio internacional, el BID aprobó US$2.300 millones para fortalecer las cadenas de suministro regionales, casi el doble de la cantidad promedio de años anteriores a la pandemia. Esto ayudará a los países a aprovechar una nueva oportunidad tangible —amplificada por la pandemia y la crisis en las cadenas globales de suministro— para atraer inversión extranjera directa y aumentar las exportaciones de bienes y servicios.
El BID también trabajó con 16 países para identificar las ventajas críticas de la exportación y las cadenas de suministro, lo que incluye, por ejemplo, el sector de semiconductores de Costa Rica, y el sector textil en países centroamericanos.
Género, cambio climático y países pequeños
En el 2021, el BID continuó facilitando la aceleración de la recuperación tras la pandemia en los países, al mismo tiempo que abordaba cuestiones críticas de larga data como el cambio climático y la desigualdad de género.
El BID lanzó su Iniciativa Amazonía y aprobó unos US$4.500 millones en recursos para operaciones relacionadas con el clima, la cantidad más alta de la historia. El BID también asumió un rol de liderazgo entre los bancos multilaterales de desarrollo en la COP26, la conferencia anual de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, anunciando un plan para alinear todas las operaciones con el Acuerdo de París y proporcionar US$24.000 millones para el financiamiento climático y verde durante los próximos cuatro años.
De todos los proyectos aprobados en el 2021, casi el 70% incluyó uno o más componentes para hacer frente al cambio climático, mientras que el 75% abordó cuestiones de género.
Casi el 40% de las aprobaciones se destinaron a países pequeños y vulnerables.
Estas cifras se ajustan a las prioridades institucionales del Banco y a su plan para la recuperación económica, la Visión 2025.
Las reformas institucionales impulsan la eficiencia y la inversión del sector privado
El BID también puso a prueba un nuevo proceso simplificado para los proyectos que redujo el tiempo de aprobación en un 30%; esto permitió al Banco satisfacer rápidamente las necesidades de sus 26 países miembros regionales.
«El BID intensificó esfuerzos y proporcionó el segundo nivel más alto de aprobaciones para operaciones de garantía soberana en la historia del Banco en respuesta a la pandemia, los desastres naturales y otras múltiples crisis», dijo el Presidente Claver-Carone. «Estoy seguro de que a medida que implementemos nuevas iniciativas y despleguemos los esfuerzos operativos en curso, el BID será aún más productivo en el 2022 para satisfacer las necesidades de América Latina y el Caribe como el socio preferido de la región».
Asimismo, el BID amplió drásticamente su compromiso con el sector privado mediante la creación de la Coalición de Socios del Sector Privado, que comenzó con 40 de las principales empresas del mundo y desde entonces se ha extendido a más de 160 de las empresas más innovadoras del mundo. Sus actividades abarcan 13 grupos de trabajo en áreas como nearshoring, cambio climático, empoderamiento de las mujeres y transformación digital. La Coalición está creando una plataforma de movilización de recursos para identificar oportunidades de inversión y proporcionar nuevas tecnologías, conocimiento y otros recursos del sector privado para la región.
Una alianza estratégica con el socio de la Coalición, NTT Data everis —una de las principales empresas de tecnología de la información—, condujo a la creación de una plataforma que permitió a Guatemala, El Salvador y Honduras seguir prestando servicios digitales durante la pandemia. Otra alianza con Mastercard y MercadoLibre dio como resultado una iniciativa para aumentar la resiliencia financiera de las empresas pequeñas, las emprendedoras y los trabajadores por proyecto.
Para seguir catalizando la inversión, el BID también organizó una serie de foros de promoción de la inversión en Belice, Brasil, Ecuador y Miami, así como doce foros de promoción del comercio, que atrajeron a casi 100.000 participantes. Los eventos generaron una previsión de US$55.000 millones en acuerdos comerciales. En el 2022, el BID tiene previsto organizar otra ronda de foros de comercio e inversión en Jamaica, Panamá y Paraguay, entre otros países.
Innovación en BID Invest
BID Invest, el brazo del sector privado del BID, proporcionó un total de US$8.300 millones en financiamiento en el 2021. Esto incluye US$5.500 millones en compromisos a corto y largo plazo, y un récord de US$2.800 millones en movilizaciones. BID Invest ha movilizado US$1 por cada dólar cerrado por cuenta propia en financiamiento a largo plazo, lo que supone un aumento del 50% con respecto al año anterior.
En la COP26, BID Invest anunció el primer bono azul en América Latina y el Caribe, destacando el compromiso del BID de diseñar soluciones financieras innovadoras para la acción climática.
Los compromisos financieros de BID Invest también superaron los objetivos sectoriales, ya que cerca del 45% se destinó a proyectos de género, diversidad e inclusión; el 30% se dirigió al cambio climático, y casi el 32% fue para pequeñas y medianas empresas.
BID Invest también aumentó su enfoque en proyectos de digitalización e integración regional, que representaron el 15% y el 25% de los compromisos financieros, respectivamente. Asimismo, BID Invest encabezó inversiones innovadoras de capital en el espacio digital, incluidas en ProducePay, Recarga Pay, Kubo y Merqueo.
BID Lab
BID Lab, el laboratorio de innovación del BID, aprobó 124 operaciones por un total de US$103,8 millones, de los cuales casi el 60% se destinó a países pequeños y vulnerables.
Las aprobaciones reflejaron la misión de «innovación para la inclusión» de BID Lab y se alinearon con la Visión 2025. Más del 60% de los proyectos abordaron las brechas de género.
BID Lab también continuó colaborando con el Sector Social del BID en fAIrLAC, una alianza entre los sectores público y privado, la sociedad civil, y las instituciones académicas para influir en las políticas públicas y el ecosistema empresarial a fin de promover el uso responsable y ético de la inteligencia artificial.