En los países centroamericanos «la mayor parte de los sectores productivos se acumulan en sectores de baja capacidad de multiplicación del empleo.
Por EFE
Un grupo de expertos economistas y empresarios de Guatemala señalaron este martes en un foro del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) y el Programa Estado de la Región que la falta de empleo y crecimiento está relacionada a la debilidad del Estado.
El conversatorio «Crecimiento económico y generación de empleo: oportunidades y retos para Guatemala», se enmarcó en el Sexto Informe Estado de la Región 2021 publicado en julio pasado por la entidad no gubernamental costarricense Programa Estado de la Nación.
El director ejecutivo del Icefi, Jonathan Menkos, argumentó que en el país «se producen menos de 30.000 empleos formales al año, lejos de las necesidades del país», por lo que sugirió que la región debe «acercarse a reflexiones que nos permitan entender el mercado de trabajo de los países».
Esto permitirá, agregó, avanzar «en hojas de ruta» en «mejoras en la productividad, en la innovación, en la transformación tecnológica que también puedan ser encaminadas del trabajo y del trabajo formal».
También del Icefi, pero en este caso el encargado de Análisis Macrofiscal de la entidad regional, Abelardo Medina, dijo que Guatemala tiene «actividades económicas dispersas y poco integradas», pues «cada sector termina empujando la economía que les rodea hacia lo que les conviene».
El informe del Estado de la Región 2021, de hecho, encontró que en los países centroamericanos «la mayor parte de los sectores productivos se acumulan en sectores de baja capacidad de multiplicación del empleo, con entidades altamente importantes, como servicios en casi todos los países», según la investigadora del equipo técnico Marisol Guzmán Benavides.
Es por eso que «no basta la capacidad de crecimiento, pues no se va a traducir en multiplicación de empleo».
En cuanto al crecimiento, el informe analizado por Guzmán mostró que «desde 2019 se notaba una pérdida del dinamismo económico», pero «la pandemia vino a profundizar estos efectos. Generó importantes caídas, con una variación interanual de la actividad económica, especialmente en Panamá, que es el que reportó la mayor pérdida»; además de un «rápido y acelerado incremento del desempleo».
El economista y exvicepresidenciable guatemalteco Mario García Lara, integrante de consejo consultivo de Estado de la Región, por su parte, expresó que es necesario «para el potencial enorme contar con las condiciones de certeza, de un Estado que funcione, de instituciones que provean servicios públicos esenciales para que cada quien esté en la capacidad de adaptarse y adoptar las nuevas tecnologías».
El del Estado guatemalteco, en particular, es un desafío de «fortalecer y reestructurar unas instituciones incapaces de brindar salud, seguridad, educación, justicia, pues sin esa base será imposible aprovechar la oferta de crecimiento y bienestar de la revolución 4.0», concluyó García Lara.
En los primeros ocho meses de 2021, la balanza comercial de Guatemala tuvo un déficit de 7.710 millones de dólares.
Según pronósticos oficiales, la economía del país centroamericano crecerá entre un 3 y 5 por ciento durante 2021, en recuperación a la caída del 2 por ciento del año pasado y en similares circunstancias al crecimiento del 3 por ciento de 2019, según datos del banco central.