Ortega busca su quinto mandato —cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Por EFE
Nicaragua exigió este lunes a Occidente no intervenir en sus asuntos internos, cesar las sanciones unilaterales, y afirmó que «no es el imperio norteamericano» el que elegirá en los comicios del 7 de noviembre próximo en el país, en las que el presidente Daniel Ortega busca una nueva reelección.
En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el canciller de Nicaragua, Denis Moncada, también condenó «las agresiones políticas hegemónicas norteamericanas que atentan contra la solución pacífica de los conflictos, y que constituyen amenazas y acciones políticas, económicas, comerciales y militares» contra Rusia, China y Corea del Norte.
Además, calificó de «inaceptable el acaparamiento deshumanizado de vacunas para el covid-19 por parte de los países desarrollados, que impide su distribución justa y equitativa para todos, incluyendo a los países en desarrollo».
ELECCIONES EN NICARAGUA
Sobre las elecciones del 7 de noviembre próximo, en las que Ortega busca su quinto mandato —cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo—, Moncada dijo que los nicaragüenses elegirán a las autoridades «con la participación, en equidad de género, de 15 partidos políticos, entre nacionales y regionales», entre ellos el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
El proceso electoral nicaragüense está marcado por la eliminación de tres partidos políticos de oposición, el encarcelamiento de al menos siete aspirantes a la Presidencia opositores y el exilio de otros dos, lo que ha provocado la crítica de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE).
«No es el imperio norteamericano el que elige en Nicaragua, es el pueblo nicaragüense», señaló Moncada en su mensaje.
Sostuvo que Nicaragua «continúa siendo un importante factor de estabilidad, paz y seguridad regional e internacional», y respeta a todos los países en el mundo, el derecho internacional, la Carta de la ONU, el principio de no injerencia en los asuntos internos de los Estados, «y exigimos igual respeto».
AFGANISTÁN Y SANCIONES
En relación con Afganistán, el canciller llamó a EE.UU. y a los países europeos a actuar «con racionalidad y con responsabilidad, apelando a que renuncien y desistan de su cultura y prácticas de guerra».
«Las lecciones de Afganistán son claras: ni intervención, ni las sanciones coercitivas unilaterales funcionan. Son políticas fallidas y las potencias tienen que encontrar el camino de paz y de respeto al derecho internacional para relacionarse con todos los pueblos del mundo, especialmente con los países en desarrollo», indicó.
Moncada abogó para que países miembros de la ONU hagan esfuerzos «para que las potencias occidentales detengan y desistan de las políticas y acciones belicistas, del uso o la amenaza del uso de la fuerza, ya que provocan más inestabilidad, más inseguridad a nivel global».
«Reafirmamos la búsqueda del anhelado entendimiento, la convivencia pacífica entre naciones, debemos continuar promoviendo la cultura de paz, reconociendo el principio de la solución pacífica de las controversias internacionales por los medios que ofrece el derecho internacional», apuntó.
APOYO A CUBA, VENEZUELA Y PALESTINA
En otra parte de su discurso, el canciller de Nicaragua se solidarizó con Cuba por el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos a lo largo de 60 años, así como con Venezuela, Palestina y Siria.
Además abogó «por la descolonización plena en nuestro continente, incluyendo la del pueblo de Puerto Rico, y la restitución de la soberanía de las Islas Malvinas a la República Argentina».
También apoyó «el fin de todas las sanciones a la hermana República de Irán», e hizo votos «para que Taiwán pueda participar en los mecanismos y reuniones correspondientes del Sistema de Naciones Unidas».
Asimismo, Moncada anunció que Nicaragua respalda «a la Federación de Rusia en sus esfuerzos por promover la paz, el entendimiento y la estabilidad en el mundo»; y que, conforme el derecho internacional, «se debe respetar en Bielorrusia el principio de no injerencia en los asuntos internos de los Estados».