Uno de los impactos principales de la pandemia en el sector de alimentos, ha sido el comportamiento volátil de la cadena de suministros.
Por Revista Summa
La pandemia por Covid-19 y el repunte de contagios en diversos países del mundo, han provocado que gobiernos soliciten mayores controles y requisitos para recibir los productos del sector de alimentos del país.
Un ejemplo de ello es la solicitud por parte de China a sus proveedores de productos alimentarios en Costa Rica de la aplicación de ensayos a superficies y a empleados con una frecuencia definida. Esto para garantizar que el producto alimenticio y su embalaje que sale de nuestro país no lleguen a tener contacto con posibles trazas del virus.
Carolina González, consultora asociada de TAMA Adv., explicó que, de igual manera, esta medida puede ser adoptada por otros países de interés para los productores de alimentos costarricenses. Esto según el avance de la pandemia y el nivel de medidas de prevención que adopten los países según su experiencia con la pandemia.
Para sopesar esta situación, y hacerle frente a estas nuevas solicitudes, de acuerdo con González, las industrias de alimentos han tenido que fortalecer sus controles asociados a prácticas higiénicas dentro de sus organizaciones. Ya que esto ha demostrado ser el camino a seguir para una continuidad de negocio y del cumplimiento legal que se debe tener.
“En algunos casos inclusive han sido requisitos impuestos y vigilados fuertemente por clientes de exportación y autoridades reguladoras. Aunque no se ha demostrado la relación directa de los alimentos con el contagio de la Covid-19, sí es cierto que un contagio masivo dentro de una industria de alimentos pone en riesgo el poder brindar productos inocuos. Esto ya que la potencial disminución de personal, la necesidad de destinar recursos a otros procesos y la posible disminución en ventas o potenciales cierres temporales, disminuyen la probabilidad de seguimiento adecuado de un Sistema de Gestión de Inocuidad”, afirmó la consultora asociada de TAMA Adv.
Agregó que uno de los impactos principales de la pandemia en el sector de alimentos, ha sido el comportamiento volátil de la cadena de suministros.
Además, se han visto limitantes para el acceso a insumos primordiales por cierre de puertos y poca oferta de medios de transporte marítimos. Así como un aumento en el riesgo de adquisición de materias primas fraudulentas por aumento de demanda y disminución de oferta.
“Las empresas han tenido que trabajar, en muchos casos, con disminución de personal por situaciones de contagio y aislamientos preventivos. Así como disminución de producción ante adaptaciones de procesos”, señaló González.
Previsiones para mantener la continuidad del negocio
Pero ¿cómo prevenir cualquier brote dentro de la empresa de alimentos que afecte su continuidad de negocio?
La experta de TAMA Adv., señaló que lo primero es mantenerse vigilantes en la aplicación de los lineamientos y la información más actualizada referente a la industria y la situación de la Covid-19. Además, se deben gestionar simulacros y ensayos en la empresa. Los cuales permitan establecer, de manera real, el nivel de cumplimiento interno de esos protocolos, así como las oportunidades de mejora.
Finalmente, la organización debe conocer los requisitos legales aplicables, según el país de destino y el cliente, asociados a la prevención de la Covid-19. Esto ya que algunos llegan a ser muy específicos y requieren de medidas especiales y análisis de laboratorio para demostrar el cumplimiento.
“No es únicamente contar con medición de temperatura o lavado de manos. Sino un programa con constante vigilancia de la aplicación de los lineamientos, reforzando con educación y capacitación al personal”, afirmó González.
Añadió que la forma en la que las organizaciones gestionan sus procesos internos de producción; así como el modo en que se distribuye el personal en áreas de alto tránsito, la metodología de recepción de insumos e inclusive la selección de los insumos de protección personal, deben ser gestionados por personal preparado y competente. Este debe planificar la ejecución de las actividades de forma segura y eficiente.
Un aspecto muy importante que señaló la consultora asociada de TAMA Adv., es que las organizaciones deben recordar que es un cumplimiento legal, y que hay protocolos exigidos para las industrias que deben seguirse. Por lo que no se debe dejar a la libre.
“Debemos reforzar los controles dentro de nuestras organizaciones pensando en que es la única medida que nos puede contribuir a la continuidad de la industria. Hemos visto, como experiencia, la relajación en las medidas de control aplicadas, pero no ha sido una actitud adecuada ni preventiva. Esto ya que el riesgo de nuevos contagios por nuevas cepas está latente aún, así como por el posible comportamiento a futuro de las vacunas”, concluyó González.