Panamá se sitúa además en el quinto lugar de los países de la región donde los jóvenes presentan dificultad para encontrar una plaza de empleo.
Por La Estrella
Durante los últimos doce meses, el 81% de los jóvenes de Latinoamérica han tenido dificultad para encontrar una oportunidad laboral, así lo revela el estudio sobre “Escasez de empleo para jóvenes en Panamá”, de ManpowerGroup y Junior Achievement.
El Salvador (91%), Nicaragua (88%), Honduras (87%), Guatemala (86%) encabezan la lista de jóvenes que tienen problemas para hallar un trabajo, señala la encuesta realizada a más de 3,000 jóvenes entre 18 y 29 años de 14 países de la región.
A estos le siguen: Paraguay (85%), Panamá (85%), Uruguay (82%), Bolivia (81%), México (79%), Ecuador (79%), Argentina (79%), Perú (75%), Colombia (65%) y República Dominicana (60%).
A nivel de la región, Panamá se sitúa en el quinto lugar. Por su parte, Costa Rica no aparece en la lista porque “no alcanzó el total de respuestas” requerida para esta encuesta, presentada el pasado 16 de junio, a través del medio digital Tu Carrrera, en alianza con ManPower y la Universidad del Istmo (UDI).
Sin embargo, el desempleo, agravado con la crisis generada por la pandemia de la covid-19, es un problema que también ha sido advertido por especialistas y organismos internacionales.
«Los grupos más afectados fueron las mujeres, los jóvenes y los trabajadores del sector informal», alertó la Comisión Económica para América Latina (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su más reciente informe «Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe: Trabajo decente para los trabajadores de plataformas en América Latina».
Dificultades para adquirir una plaza de empleo
El nivel de escolaridad, la falta de experiencia, el conocimiento del idioma inglés u otro, están entre las dificultades que presentan los jóvenes latinoamericanos para conseguir una plaza de empleo.
Así el 84% de los jóvenes de la región que posee una licenciatura tiene problemas para obtener una plaza de empleo. Mientras que en bachillerato es el 81%, en carrera técnica (80%), posgrado (78%), secundaria (76%) y primaria (61%).
La encuesta también desvela el tiempo y desgate que sufren los jóvenes en la búsqueda de un trabajo. El 29% tiene de tres a seis meses buscando trabajo, el 25% menos de tres meses, el 16% entre 6 y 12 meses, y el 16% más de un año.
De acuerdo con el análisis, los 10 principales puestos que los jóvenes solicitan a la hora de buscar empleo se relacionan con las áreas de gestión administrativa y de oficina, representantes de ventas, recursos humanos, contacto y servicio a clientes
Aunque también buscan oportunidades laborales en las áreas de contabilidad y finanzas, manufactura, tecnologías de la información, mercadotecnia, profesionistas calificados como: ingenieros, gerentes de proyectos, investigadores, abogados; y en logística y transportes.
Sin embargo, más de la mitad de los jóvenes encuestados menciona que la principal razón por la que no los contratan es por la falta de experiencia, seguida del conocimiento de inglés o algún otro idioma.
Así el 58% es por falta de experiencia, 17% por falta de inglés u otro idioma, 15% por falta de conocimientos técnicos (certificaciones softwares etc.), 4% por falta de habilidades blandas (comunicación, liderazgo, trabajo en equipo, etc.) y 3% por otras respuestas (edad, incompatibilidad de horarios, contingencia sanitaria).
Respecto a la experiencia laboral, el 79% de los encuestados dijo haber trabajado anteriormente, sin embargo, 40% de ellos cuenta con experiencia de menos de un año. Por otra parte, del 79% que ha trabajado anteriormente, 27% lo ha hecho en el sector informal.
En ese contexto, el análisis ubica el trabajo informal y los sueldos bajos como los principales retos en Latinoamérica para que los jóvenes puedan encontrar una plaza laboral.
Según el sondeo, para incorporarse al mundo del trabajo formal, los jóvenes requieren tener más experiencia.
Agrega que, por lo general, se paga más por la experiencia que por el nivel de estudios, así que mientras más pronto se incorporen a las organizaciones, más factible será alcanzar los puestos y sueldos deseados.
Añade que también se requiere mayor flexibilidad para aceptar los sueldos de contratación.
Frente a esta realidad, en conclusión, el análisis señala que junto con el sector privado y los gobiernos, el sector social juega un papel fundamental en el abordaje de los problemas planteados en el estudio.
Y es que “el Sector Social tiene la capacidad de neutralizar la confrontación de ideologías entre el sector privado y el ámbito público”.
Pero además, “tiene las estructuras ágiles necesarias para probar nuevas metodologías, tomar riesgos; convertirse en un verdadero ‘laboratorio de soluciones’ que alcanzarán escalabilidad a través de la sinergia con otros sectores”.
Algunas soluciones que puede aportar el sector social son: fomentar el aprendizaje de tipo “experiencial” (aprender a través de proyectos); seguir generando conciencia sobre la importancia de desarrollar una verdadera cultura de trabajo; la sociedad civil trabaja con foco en que las crisis se transformen en rupturas positivas, capaces de aportar mayor justicia social.