Los usuarios de bitcóin lo utilizan principalmente como un refugio de valor a largo plazo a la espera de que su precio suba a lo largo del tiempo.
Por EFE
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, instruyó a la empresa estatal de energía geotérmica que prepare un plan para que en el país se pueda minar la criptomoneda bitcóin tras la aprobación de una ley que le da curso legal.
El mandatario señaló en su cuenta de Twitter que dio dicha instrucción a LaGeo, subsidiaria de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), para «ofrecer instalaciones» en las que se pueda generar.
El proceso de minado del bitcóin consiste en el que los llamados mineros, mediante potentes equipos de computación, resuelven problemas matemáticos en la «blockchain» y quien lo hace más rápido recibe las nuevas criptomendas generadas.
De acuerdo con Bukele, estas instalaciones tendrían «energía muy barata, 100 % limpia, 100 % renovable, 0 (cero) emisiones de nuestros volcanes».
La Asamblea Legislativa de El Salvador, de mayoría oficialista, aprobó la Ley Bitcóin, que permitirá el curso legal de dicha criptomoneda y con lo que el país centroamericano se convirtió en el primero en el mundo en reconocer este criptoactivo como una moneda legal de intercambio.
Esta ley únicamente versa sobre el bitcóin y no incluye a otras criptomonedas, ni hace referencia a los proyectos subyacentes a la tecnología «blockchain».
La normativa fue introducida en las últimas horas del martes a la sesión del Parlamento y se aprobó sin mayor discusión legislativa.
La norma indica que el cambio entre el bitcóin y el dólar estará establecido «libremente por el mercado» y no estará sujeta a impuestos sobre las ganancias de capital al igual que cualquier moneda de curso legal.
Los usuarios de bitcóin lo utilizan principalmente como un refugio de valor a largo plazo a la espera de que su precio suba a lo largo del tiempo.
En las últimas semanas el precio del bitcóin ha caído empujado en parte por las declaraciones críticas del fundador de Tesla, Elon Musk, y las reticencias sobre las criptomonedas mostradas por el Banco Popular de China y el Banco Central Europeo (BCE).